Presentada en un escenario de espectaculares aspectos visuales, este título creado por desarrolladores chinos eleva el desafío con una aventura de acción inspirada en la clásica leyenda del rey mono.
Los primeros minutos de Black Myth: Wukong son ciertamente espectaculares y un anticipo del inmenso desafío que tendremos por delante. En medio de un entorno de fantasía épica, acompañamos al rey mono Sun Wukong, inspirándose en la clásica novela china Viaje al Oeste, la cual también inspiró a Dragon Ball, para ver en el horizonte a gigantescos titanes que nos tienen en la mira.
Surcando el aire arriba de la nube voladora, rápidamente nos enteramos que Wukong se niega a aceptar la divinidad a la que accedió, prefiriendo una vida de paz y armonía en su bosque. Sin embargo, la Corte Celestial no está de acuerdo, desconfía de sus planes y envía un ejército de guerreros para hacerlo entrar en razón. ¿Resultado? Una batalla divina se da en los cielos, provocando que Wukong caiga y termine sellado dentro de una piedra.
Toda esa presentación se concreta a través de una épica batalla en la que brevemente tenemos control y nos deja en claro que nuestra tarea como un mono novato, destinado a convertirse en el Elegido para liberar a Wukong, será buscar diversas reliquias para recuperar el poder perdido.
Y obviamente esa tarea no será fácil, ya que rápidamente nos topamos con un entorno de acción y aventura con elementos RPG plagado de durísimas batallas contra enemigos que nos convocan a esquivar, atacar y lanzar hechizos en el momento justo y preciso. En donde no hay opción de equivocarse, retroceder ni rendirse, ya que lo contrario implica ganarse una muerte segura.
Siguiendo algunos elementos de la popular línea de los videojuegos soulslike, aquellos que tienen a la saga Dark Souls de From Software como su mayor exponente y al elogiado Elden Ring como su más reciente rey, en Black Myth: Wukong del estudio chino Game Science nos encontramos con una ruta bastante directa en donde habitualmente nos encontramos con subjefes y jefes que cortan nuestro avance y son un desafío de ataques maliciosos, ladinos y asfixiantes que fácilmente nos pueden sacar de quicio si no intentamos constatar las claves tras los pasos de cada uno de sus movimientos.
Es así como tomando el control de nuestra arma principal, el glorioso bastón en la que inclusive podemos aprender a subirnos, se inicia nuestra aventura en la senda de Wukong para dar cuenta de una exploración de progresión bastante lineal que rápidamente se transforma en un desafío de marca mayor en donde nos envenenan, queman o golpean reiteradamente hasta hacernos caer. Es decir, pan de cada día en este tipo de videojuegos.
Pero a diferencia de la mayoría de los Soulslike, este videojuego tiene la particularidad de que no nos lleva a fojas cero así como así. A lo largo del mapa existen santuarios que guardan nuestro avance y, ante las inevitables derrotas que sufrimos, no perdemos los artículos ni niveles que hemos logrado desbloquear. Y eso sin duda es algo que se agradece de parte de aquellos que no queremos refunfuñar constantemente con las muertes sucesivas que nos hacen perder todo.
En ese sentido, los controles en Black Myth: Wukong también son bastantes accesibles, incluyendo tres posturas para el bastón que dan versatilidad a nuestros formas de abordar el ataque y la defensa en las peleas. Además, como todo RPG, también existen múltiples recursos para recuperar o extender la energía, además de un árbol de habilidades para desbloquear tantas cosas como nos sea posible. Es decir, hay mucho por hacer a lo largo de esta aventura mística.
También en medio de todo hay una dinámica de ataques ligeros, golpes fuertes, fintas para evadir golpes en el momento justo y la posibilidad de ir ganando puntos para justamente ir desbloqueando todo lo que necesitemos en nuestro recorrido para dominar a la perfección las habilidades de Sun Wukong. También hay una barra de resistencia de la que tenemos que preocuparnos, pues no podemos evadir o atacar hasta la eternidad, mientras que también está la opción de concatenar combos, mezclar los ataques ligeros con los pesados y medir el enfoque.
Otro factor relevante son los hechizos, ya que a medida que vamos derrotando enemigos y ganando puntos podemos acceder a diferentes transformaciones para diversificar nuestras formas de ataque. Una de las primeras, por ejemplo, nos permite transformarnos en un hombre lobo con una espada flameante, pero obviamente cada una de estas transformaciones tiene sus prois y sus contras, sus propios movimientos y costes de salud. Su duración depende del tiempo o la salud, pero su utilización es clave, ya que otro ejemplo implica la posibilidad de congelar a un enemigo durante un breve tiempo, lo que nos deja golpearlos a diestra y siniestra.
Todo lo anterior entrega una gran variedad de gameplay a nuestra experiencia, la que se corona por la belleza general de la estética del videojuego. Los diseños de los enemigos, las locaciones y las construcciones que vamos recorriendo también aportan a la épica de los combates que vamos sosteniendo, ya que siempre las grandes peleas se llevan a cabo en espacio muy bien pensados para incrementar todo lo que está en juego ante tanta muerte casi segura.
Pero también hay que remarcar que el mundo también se siente menos lleno y vivo de lo que podría ser, ya que el mapa solo está plagado de enemigos menores hasta la inevitable aparición de un subjefe o un jefe, lo que termina provocando que Black Myth: Wukong se sienta más contenido de lo que podría haber sido o, inclusive, lo que han generado otros juegos de este tipo.
Más allá de ese último detalle, la belleza general de Black Myth: Wukong termina aportando al desempeño de un juego que solo toca algunas teclas popularizadas por la obra del estudio FromSoftware y termina explorando vertientes de acción más directas y que, al menos para mi, se sienten menos cerradas para una audiencia más general. Es decir, es mucho más fácil aprender los patrones de ataque de los enemigos, descubrir dónde y cómo son más efectivos nuestros golpes y también ajustar el equipamiento y los hechizos para usarlos de la mejor forma.
Todo eso es coronado por la excelente mezcla de habilidades que uno va ganando a lo largo del recorrido y que permiten que este videojuego se sienta igualmente fresco, pese a que en realidad nunca está explorando territorio nuevo. Claro está, más allá del propio escenario de la historia.
Pero aún así igual hay que decir que son más las fortalezas de un videojuego que, tal y como lo adelanta su comienzo, tiene muchos momentos para desencajar la mandíbulas y, al mismo tiempo, hacer sudar con los enemigos que solo quieren destruir nuestra existencia. Y habitualmente logran su objetivo, así que ténganlo en cuenta si los juegos de este tipo no son lo suyo.
Black Myth: Wukong ya está disponible en PlayStation 5 y Windows. En el futuro saldrá en Xbox Series X|S.