El próximo 31 de octubre regresará la popular saga fantástica luego de 10 años.
Una década ha pasado desde la última entrega de Dragon Age y finalmente la popular saga fantástica de BioWare regresa con un juego que está a la altura de su historia y que se luce con su trama, sus gráficos y su jugabilidad pero que resulta difícil de seguir si es que eres nuevo en la franquicia.
Esto lo mencionamos y es lo primero que hablaremos porque desde el primer minuto de juego se nos sitúa tras los hechos de Dragon Age: Inquisition, puntualmente de su DLC Trespasser, donde si no recuerdas Solas, uno de los personajes aliado de nuestro personaje da a conocer su verdadera naturaleza como un dios élfico de las mentiras y el engaño y su plan para acabar con el Velo (The Veil). El tiempo ha pasado y estamos a la siga de Solas, quien está cerca de completar su objetivo. Obviamente dado que han pasado 10 años desde el último juego, y con la posibilidad de que incluso algunos no hayan jugado el DLC, es que resulta probable que te sientas un tanto desconectado aunque el juego hace lo posible por que le sigas el hilo.
De igual forma tenemos constantes regreso de personajes que conocimos en otras entregas, menciones a hechos pasados y todo mientras intentas recordar cuando jugaste los títulos anteriores hace una infinidad de años. En este sentido la idea de hacer una continuación tan apegada a los juegos previos sobre todo considerando el tiempo que ha pasado parece un poco cuestionable, sobre todo si es que quieres captar a nuevos jugadores.
Pero dejemos esto de lado y pasemos a la historia...
Tal como mencionábamos Dragon Age: The Veilguard nos pone a la siga de Solas, y no pasa mucho antes de que lo encontremos, puntualmente justo en el momento en que está haciendo el ritual para acabar con el Velo. Es así como nuestro equipo intenta detenerlo y lo logra, pero no sin que las cosas se compliquen un poco, y es que al interrumpir el ritual terminamos liberando a dos dioses élficos, los cuales rápidamente nos enteramos que son una amenaza mucho mayor que Solas.
Si te sientes culpable por lo ocurrido eso ya depende de cada uno, pero así es como comienza nuestra aventura que tiene por fin detener a estos dioses élficos, todo mientras Solas está atrapado en el Velo, pero no sin la posibilidad de comunicarse con nosotros, siendo una especie de guía y ayuda en nuestros planes.
Tras esto la historia se comienza a desarrollar a buen ritmo y aunque puede que en un comienzo te inunde de referencias y personajes pasados, con el pasar de las horas ya tomará su propio rumbo, con sus giros y atractivos.
En cuanto a la jugabilidad nos encontramos con un ‘Action-RPG’, el cual cuenta con un sistema de combate bastante simple, con un sistema de bloqueo, contragolpes, y diferentes habilidades y magias para utilizar. A esto se suma el equipo que nos acompaña dando bastante dinamismo a los combates, los cuales se sienten plagados de acción y es que constantemente estaremos lanzando magias y realizando diferentes combos con nuestro personaje y sus compañeros.
Junto con esto es que tendremos diferentes armas y equipo que iremos encontrando por los diferentes escenarios que recorramos, así como un árbol de habilidades que nos permitirán mejorar a nuestro personaje y acceder a nuevas habilidades. Todo esto hace que el juego en su aspecto de jugabilidad se sienta bastante diverso y que puedas ir probando diferentes ‘builds’ a medida que vayas avanzando.
Un aspecto que me llamó la atención es que Dragon Age: The Veilguard nos presenta sólo tres clases, Mago, Pícaro y Guerrero y aunque estas tienen sus propias divisiones y facciones, de todas formas se siente que quizás se pudo añadir un poco más de variedad en este aspecto.
Quizás uno de los aspectos más atractivos de Dragon Age: The Veilguard corresponde a sus gráficos y es que los diferentes personajes lucen increíbles, con un enorme nivel de detalle. Lo mismo ocurre con los diferentes escenarios que vamos recorriendo y es que todos estos se lucen de la mejor forma y más de alguna vez te detendrás a sólo mirar el paisaje antes de continuar con la aventura. Esto es acompañado por un modo foto por lo que si eres aficionado a tomar capturas en los juegos podrás sacarle el máximo provecho.
En relación al aspecto de nuestro personaje, hay que mencionar que The Veilguard cuenta con un profundo sistema de personalización el cual nos permitirá modificar hasta el más mínimo detalle de nuestro personaje. Pudiendo elegir entre diferentes razas y pudiendo personalizar cada una de estas a nuestro estilo. Es así como estamos frente a un completo -y en ocasiones complejo- diseñador de personaje que dejará a todos contentos y es que incluso aunque no seas el más aficionado a esto podrás pasar varios minutos explorando los diferentes diseños para crear a tu personaje perfecto.
Junto con la aventura y trama principal, es que tendremos un factor de rol, pudiendo escoger constantemente entre diferentes diálogos al momento de hablar con nuestros compañeros de equipo. Así podremos ir aumentando nuestra relación con estos e incluso tener un interés romántico, por lo que cada vez que tengas un diálogo con ellos las palabras que escojas importarán, sobre todo si no quieres que otro personaje se quede con el personaje por el cual estás interesado.
En conclusión...
La espera por Dragon Age: The Veilguard fue larga y aunque quizás no es un regreso perfecto, si es un juego que cumple con su objetivo. Es un juego que entretiene desde sus primeros minutos y que cuenta con una jugabilidad atractiva y dinámica que te mantendrá sin soltar el control. De igual forma la historia resulta bastante atractiva si es que eres un conocedor de la saga y jugaste las entregas previas (o las recuerdas). En caso de que este sea tu primer juego las cosas no serán fáciles en un comienzo y es que personajes, lugares y hechos del pasado son mencionados constantemente en los primeros minutos de juego, pero con el pasar de los minutos esto irá quedando en el pasado y el juego poco a poco te comenzará a trapar.
Dragon Age: The Veilguard se lanzará el próximo 31 de octubre.