Review | Indiana Jones y el Gran Círculo, un juego que captura la esencia del mejor aventurero

El videojuego que fue lanzando inicialmente como exclusivo de Xbox es una aventura que logra valerse por si misma para continuar el legado de uno de los héroes más grandes del cine.

Indiana Jones y el Gran Círculo, el más reciente videojuego exclusivo de Xbox, o al menos por ahora lo es, comienza en un lugar que de inmediato convoca a la nostalgia e invita a explorar el terreno del más grande arqueólogo del cine desde otra óptica.

En esos primeros minutos que recrean el acto inicial de Los Cazadores del Arca Pérdida, la clásica primera película de Steven Spielberg, nos impulsan a explorar la narrativa, los elementos básicos del videojuego e inclusive a recrear momentos tan clásicos como el avance a través de trampas mortales, la captura del ídolo dorado e inclusive el escape de la roca gigante, claro que todo esto visto en primera persona.

A partir de ahí, en una tormentosa noche en el Marshall College, en el rol del héroe somos impulsado a seguir huellas de barro y enfrentarnos a un gigantesco intruso que roba un gato momificado, lo que da pie a una serie de momentos que refuerzan las conexiones con las principales características del personaje interpretado por Harrison Ford y, por sobre todas las cosas, impulsan una nueva aventura que se valga por si misma.

Tomando como punto de partida una historia situada justo antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, un año después de la aventura con el Arca de la Perdición y un año antes de la búsqueda del cáliz sagrado, Indiana Jones y el Gran Círculo es una gran aventura que combina exploración, resolución de acertijos y peleas estratégicas.

Añadiendo toques de nostalgia y algunas referencias a personajes de las películas, por lo que obviamente nombran a Marion, la historia nos lleva a desentrampar un misterio que comienza en la ciudad del Vaticano e incluye a la Iglesia Católica, un secreto de una orden milenaria y un viaje alrededor del mundo que incluye a los Himalayas, las pirámides y, sin entrar en detalles, una legendaria historia tan antigua como las religiones contemporáneas.

Indiana Jones

Aunque en el videojuego se da pie a una serie de combates, el enfoque en el sigilo es uno de los elementos más destacados de esta aventura que también brilla por los elementos de su diseño y el modo en que se van articulando sus mecánicas de juego. Desde usar látigos para alcanzar lugares altos hasta improvisar armas, el juego recompensa la estrategia y la creatividad de los jugadores que tienen todo en contra, incluyendo los inevitables nazis.

Mapas como Giza permiten explorar libremente, resolver puzzles y recolectar puntos de aventura que desbloquean mejoras, mientras el propio juego es accesible tanto para veteranos como para nuevos fans gracias a su ajuste de dificultad. Más importante aún, este no se siente como una vía rápida para lograr desbloquear todo de forma fácil. Existe un buen tratamiento de la dificultad inclusive en sus opciones más accesibles.

Pero lo más importante de todo es que Indiana Jones y el Gran Círculo logra capturar la esencia del personaje: un arqueólogo apasionado y, a la vez, completamente humano, que no es una máquina de matar y siempre sufre más daño de lo que podríamos esperar. Y es justamente ese tipo de foco el que permite que te sientas como el propio Indy, viviendo una aventura fiel al espíritu de la franquicia.

Aunque obviamente la recreación del universo de Indiana Jones, desde los efectos de sonido hasta la música, captura el espíritu de las películas, el juego, desarrollado por MachineGames también logra emular la narrativa de las aventuras cinematográficas en medio de una jugabilidad que se vuelve satisfactoria por el simple hecho de no ser un mero clon de otras aventuras gamers que copiaron a Indy sin reproches. Si este hubiese sido un clon de algo como Uncharted, la situación para mi habría sido muy insatisfactoria. Este es el papá de todos esos hijos y aquí queda claro esa veneración.

Finalmente, solo cabe destacar que en una aventura que incluye escenarios con múltiples caminos para alcanzar objetivos, y la posibilidad de improvisar soluciones creativas, igual es necesario hacer notar que el juego tiende a dar más espacio de lo necesario a las secuencias de cinemáticas. Pero en lo que resta, solo queda apreciar que el videojuego sea tan Indy como fuese posible para un entorno interactivo, logrando plasmar una historia y una aventura que se siente inclusive mejor cohesionada que aquellas que marcaron a las dos últimas películas del héroe del látigo y el fedora. Y eso le termina dando los puntos precisos para valerse por si mismo.

Indiana Jones y el Gran Círculo está disponible en Windows y Xbox Series X/S. Durante este año también llegará a PS5.

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