Con un diseño espectacular es que llega la esperada secuela de Hellblade: Senua’s Sacrifice.
Hellblade: Senua’s Sacrifice sorprendió a todos en 2017 por los temas que trataba, por su ambientación y por su atrapante historia que nos embarcaba en un viaje acompañando a Senua, una guerrera celta quien buscaba salvar el alma de su amado fallecido, a la vez que hacía frente a los diferentes problemas mentales que le aquejaban. La forma de retratar y llevar el tema de las enfermedades mentales a los videojuegos -todo con la ayuda de expertos- lo volvieron en todo un éxito y por esto no es del todo extraño que existiera una gran expectación respecto a su secuela, Senua’s Saga: Hellblade II, juego que recientemente llegó a Xbox y PC y que viene a seguir la misma línea de su predecesor con una profunda pero breve historia que una vez más cautiva por sus diferentes aspectos.
Lo primero que hay que mencionar de esta esperada secuela es que se ubica exactamente tras los hechos de la primera entrega y continúa con el viaje de Senua quien una vez más debe hacer frente a una serie de amenazas externas mientras lucha contra las voces y alucinaciones que le produce su mente. Tal como ocurrió con la primera entrega, este juego fue realizado con la ayuda de expertos del área con el fin de mostrar las enfermedades mentales de una forma auténtica y con el cuidado necesario que estas requieren. En este sentido, el juego vuelve a ser una experiencia abrumadora que cautiva desde sus primeros minutos, en esta ocasión con una Senua mucho más empoderada que emprende un nuevo viaje esta vez con el fin de proteger a su gente.
Tal como ya mencionábamos, el juego parte tras lo ocurrido en la primera entrega y se basa en gran medida en lo experimentado por Senua hasta la fecha, lo bueno y lo malo, es así cómo es altamente recomendable el haber jugado la primera parte antes y si no recuerdas bien la historia, no te preocupes ya que este comienza con un resumen del primer título.
En Senua’s Saga: Hellblade II nos encontramos con una Senua, quien ha decidido proteger a su pueblo, por lo cual se deja capturar con el fin de poner un alto a las incursiones de los hombres del norte que secuestran y matan a su pueblo. Es así como la historia nos traslada hasta Islandia, lugar donde se desarrolla este juego y donde se utilizó fotogrametría con el fin de capturar los diferentes ambientes, para darle un toque de realismo y detalle a cada uno de sus escenarios.
Increíbles escenarios
Un aspecto que hay que comentar es que aunque la historia resulta atractiva y a medida que vamos avanzando nos mantiene atrapados en su desarrollo, cuenta con una serie de diferencias con la primera entrega en el sentido de que mientras el primer juego resultaba más introspectivo e incluso más personal en lo que respecta a Senua, esta nueva entrega pone su foco en la relación de la protagonista con su pueblo, así como las relaciones que va forjando con las personas que va encontrando en su camino. Este cambio hace que el juego se sienta un poco más abierto y en ocasiones menos intenso que la primera entrega, a la vez entrega la oportunidad de explorar otras facetas de la protagonista.
Tal como ya mencionábamos, sin duda uno de los aspectos más llamativos de Senua’s Saga: Hellblade II, son sus diferentes ambientes, increíblemente detallados, así como su aspecto cinematográfico, y es que el juego logra una combinación excelente entre gameplay y cinemáticas dando una experiencia visual atractiva, atrapante y que resulta en un juego mucho más inmersivo.
El juego nos lleva de esta forma por diferentes escenarios donde se difumina la frontera de lo que es real y que es imaginación, donde el mito en ocasiones se vuelve real -aunque sea en la mente de Senua- y donde debemos hacer frente a gigantes o espíritus nórdicos (draugr), mientras buscamos poner un fin a la amenazas a nuestro pueblo. Todos estos elementos dan por resultado un juego que resulta atrapante e incluso terrorífico en algunas ocasiones, que nos mantiene sentados al borde del sillón, pero a la vez queriendo saber cada vez más.
Al igual que en la primera entrega, una vez más el diseño del audio es uno de los aspectos en que más se destaca el juego y es que tanto los efectos de sonido, las voces que escuchamos, como el soundtrack que acompaña al título se acoplan a la perfección para lograr un enorme grado de inmersión. Por esto y tal como ocurrió con la primera entrega, es altamente recomendado jugar este juego con audífonos.
Gameplay
Quizás el aspecto de Hellblade 2 que menos llama la atención, aunque ello no quiere decir que sea malo, es su gameplay y es que en el caso del combate, este se mantiene muy similar al del primer juego, con un sistema bastante simple, que no cuenta con grandes mecánicas, pero que a la vez, permite destacar el aspecto cinematográfico del juego en cada uno de los enfrentamientos. De igual forma, los puzles, aunque hay una mayor variedad que en la primera entrega, se mantienen en gran medida en la misma línea, resultado en ocasiones bastante simples de resolver.
La simplicidad en el combate, así como en los puzles, aunque podría tomarse como un punto en contra, juegan a favor del título ya que permite avanzar de forma fluida a lo largo de la historia, sin mayores retrasos, pudiendo de esta forma enfocarnos realmente en lo que importa en este juego, que es el nuevo viaje de Senua.
En conclusión...
Senua’s Saga: Hellblade II es un atractivo juego, el cual se apoya en gran medida en la primera entrega, no es un juego que viene a cambiar todo lo logrado por la primera entrega, si no que más bien llega para complementar su historia, para presentar otros aspectos de Senua y los desafíos que enfrenta. Es así como nos encontramos con un juego hecho con gran responsabilidad y que logra atrapar a aquellos que disfrutaron de la primera entrega y que no necesita de grandes mecánicas en su jugabilidad, ni eternas horas de juego para entregar una experiencia atrapante y atractiva. De igual forma, tanto en el aspecto visual como de sonido, el juego se destaca a un nivel superior, volviéndose una vez más una llamativa e imperdible experiencia.