Review | Star Wars Outlaws es un gran mundo abierto de novedades para la franquicia

Star Wars Outlaws será lanzado este 30 de agosto en PlayStation 5, Windows y Xbox Series X/S.

Centrándose en los criminales de la galaxia, este nuevo videojuego de Ubisoft toca las teclas habituales de los juegos de mundo abierto de la compañía, pero gana más diversidad en su propuesta al explorar y explotar rincones que no empequeñecen a la popular galaxia.

Star Wars Outlaws tiene todos los componentes que se pueden esperar de un videojuego de acción y aventura en un entorno de mundo abierto de Ubisoft. Es decir, además de las misiones centrales de historia, que entregan más de 20 horas de contenido criminal plagado de traiciones, engaños, robos y explosiones, también su propuesta está plagada de un montón de misiones secundarias que entregan mucho por hacer.

Como es habitual con Ubisoft, esas actividades centrales y las operativas alternativas van colmando paulatinamente el mapa de actividades, incluyendo acciones que aparecen y desaparecen como eventos temporales para correr carreras o robar algún elemento, y en ese escenario cada acción tiene una influencia directa en las barras de reputación que vamos armando con cada sindicato criminal (El clan Ashiga, Crimson Dawn, los Hutty el Sindicato Pyke) que nos va contratando para efectuar sus actividades criminales.

Cuando no nos contratan ellos, también hay otros personajes que nos solicitan cumplir acciones que igualmente influyen en las relaciones con las mafias y, de paso, también nos pueden poner con la soga del Imperio en el cuello, entrando en el terreno GTA para escapar de los stormtroopers que inician nuestra búsqueda. Y es ahí en donde robar en naves y bases imperiales pueden causar más de un dolor de cabeza si se toma la ruta equivocada.

Por todo eso se puede argumentar que Star Wars Outlaws no representa mayor novedad para una dinámica absolutamente conocida para este tipo de juegos, los que siempre están plagados de árboles de habilidades y mejoras que implican reunir materiales o superar segmentos de historia que suman horas y horas a nuestra relación con el juego. Así que, básicamente, esta propuesta amparada por Lucasfilm Games no viene a reinventar la rueda de aquello que está al centro de su propuesta.

Pero, y aquí existe un gran pero, como este es un juego de Star Wars, es ahí en donde radica todo su gancho y lo que en realidad aporta a la dinámica. Más aún, todo lo que quiere hacer se refuerza por el hecho de que a diferencia de la mayoría de las series de televisión de la franquicia, o inclusive las propias películas, los desarrolladores no apuestan por centrar todo en los rostros conocidos de la batalla entre la Alianza Rebelde y el Imperio. Aunque la historia se sitúa después de la destrucción de la primera Estrella de la Muerte, aquí apuestan por no caer en el mayor error actual de la saga: empequeñecer a la galaxia conectando todo a la saga Skywalker. Obviamente hay guiños y cameos, pero afortunadamente no sacan la atención de la ruta principal.

Por eso lo más interesante es que este nuevo videojuego se sustenta en lo que ya conocemos de la franquicia, pero tiene la ambición de expandir el territorio, explorando el mundo criminal que siempre solo fue tanteado en las películas centrales. Y es ahí, enfocándose mayormente en otros mundos, aunque inevitablemente también entra a jugar Tatooine, en donde Star Wars Outlaws muestra sus verdaderas cartas y se convierte en un juego no solo para fans, más allá de que estos pueden disfrutarlo aún más.

Al centro de la historia de Star Wars Outlaws, un juego principalmente jugado en perspectiva de tercera persona, está Kay Vess, una ladrona de poca monta que vive en Canto Bight, la ciudad que fue revelada en Star Wars: El Último Jedi, y que acepta una misión que la pone en la mira de una nueva mafia que está comenzando a tomar control de la galaxia.

Lo anterior la lleva a escapar de su planeta, llegar a la corrupta ciudad de Mirogana en el planeta Toshara, iniciando una serie de actividades criminales para mejorar su speeder y la invaluable nave llamada Cazaestela que robó, metiéndose en más problemas, cruzándose en el camino del Imperio, siendo traicionada constantemente y emprendiendo el viaje hacia las estrellas, pues su ruta la lleva a otros mundos para reclutar a una tripulación para un gran golpe criminal que es mejor no detallar.

En aquél marco, Star Wars Outlaws obviamente incluye un poco de combate a golpes, especialmente para derribar enemigos en sigilo, mientras que también hay acción de disparos, pues el bláster tiene varios modos y mejoras para ir robusteciendo nuestro poder de ataque en el camino. También hay un modo de adrenalina que pone todo en cámara lenta y permite eliminar más de un enemigo a la vez.

Kay también puede interactuar con los escenarios, ya sea para hacer explotar cosas o abrir sus rutas, mientras trepa, se cuelga con su gancho de agarre, se impulsa a través de las paredes o pide a su amigo, una criatura llamada Nix, que distraiga y ataque enemigos o interactúe con objetos. Todo entrega un amplio abanico de posibilidades para moverse, mientras nos movemos en cada planeta a bordo del speeder o emprendemos vuelo para acción de batallas, robos o aceptar nuevas misiones en el espacio. Eso último es lo que le entrega más dinamismo a un videojuego que no se queda atrapado en la superficie de los mundos que exploramos.

La variedad en las rutas es otro de los componentes llamativos del videojuego, ya que en las misiones principales tomamos decisiones que afectan la historia y la reputación y relación con las facciones. Al mismo tiempo, como existe ese mencionado nivel de reputación, podemos acceder a nuevos lugares y misiones llevando las relaciones a su mejor punto, aunque eso implicará que las facciones rivales nos pongan en la mira, mientras asesinos a sueldo y otros mercenarios criminales se van cruzando en nuestro camino a medida que nuestra fama en el bajo mundo se va incrementando.

Obviamente, al ser un juego con tantas opciones, la relación con Star Wars Outlaws puede ser un tanto abrumadora. Como hay demasiados mejoras por lograr en casi cada elemento relacionado a Kay, como sus vehículos y armas, también hay tiendas, especialistas, mecánicos y múltiples cosas por desbloquear, recolectar y hacer. Al mismo tiempo, todo eso implica dinero y Kay puede obtenerlo a través de misiones, vender las cosas que vamos encontrando en nuestros saqueos o, inclusive, ser parte de un juego de cartas - el bendito Sabacc - que nos permite quitarle o perder dinero con grandes apostadores.

Con todo lo anterior en cuenta, Star Wars Outlaws cuenta con buenos momentos de acción de batallas en la tierra y en el cielo, además de sorpresas en su historia, como para no desistir en la misión criminal. Pero debo recalcar que algunas misiones centrales se vuelven extremadamente largas y, especialmente en aquellas que requieren mucho sigilo, hay un tremendo margen para equivocarse y repetir y repetir y repetir hasta no ser detectado. Alguien muy impaciente puede perder la cabeza como si no tuviese TV ni cerveza.

También hay que destacar que algunos elementos cinemáticos, especialmente en lo que concierne a sus personajes humanos, no se sienten tan bien logrados, pues sus diseños se ven muy robóticos y no están al nivel de las actuaciones por voz que incluye este videojuego.

Pero en lo central, Star Wars Outlaws logra el objetivo de instalarse como un videojuego de mundo abierto atrapante, que logra dinamismo por la diversidad de opciones que incluye su gameplay y, por lo demás, saca mucho partido a una franquicia de Star Wars que últimamente ha estado tan carente de cosas que se sienten nuevas o, por lo menos, explorando territorios que no sean trillados.

Star Wars Outlaws será lanzado este 30 de agosto en PlayStation 5, Windows y Xbox Series X/S.

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