Habitantes de estos lugares viven una pesadilla: más de 1.000 se han visto afectados por la contaminación.
Una zona de sacrificio. En eso terminaron Quintero y Puchuncaví, que eran comunas conocidas como destinos pesquero, agrícolas y turísticos. Y ahora queda en la memoria de los chilenos que el pasado 21 de agosto cerca de 50 estudiantes se intoxicaron producto de una nube tóxica que cubrió todo el sector.
Ese hecho originó el destape de una realidad que afecta a cerca de 50 mil personas.
Días después que ocurrieron los primeros casos, la recién asumida ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, ordenó la paralización de fuentes contaminantes y apuntó a la Empresa Nacional del Petróleo (Enap) como la responsable de los episodios, notificando la suspensión de sus faenas.
La compañía se defendió y publicó un estudio donde descartaba la presencia de componentes tóxicos en sus instalaciones.
Medidas
El doctor y presidente del Departamento de Medio Ambiente del Colegio Médico, Andrei Tchernitchin, explicó que "aquí no se tomó ninguna medida correcta. No se ha tenido conocimiento de ningún estudio serio destinado a saber dónde está la fuente o dónde provienen los gases contaminantes. Por lo tanto, no se pudo responsabilizar a nadie".
Según los últimos datos entregados por el Ministerio de Salud, entre 21 de agosto y 5 de noviembre el número de consultas (en Quintero y Puchuncaví) llegó a 1.764.
Para bajar estos niveles de contaminación, los pobladores tienen un petitorio de siete medidas que esperan que el Gobierno escuche, que incluyen la instalación de una Zona Franca.
En tanto, la ministra de Medio Ambiente concretó hace pocos días la firma de un convenio con el Instituto de Investigaciones Atmosféricas de Noruega (NILU), que permitirá mejorar el sistema de medición de calidad de aire en las comunas de Concón, Quintero y Puchuncaví.
Las medidas de control más relevantes deberán ser implementadas por Codelco, Enap y AES Gener, pues entre las tres representan el 75% de emisiones de material particulado, el 99% del dióxido de azufre (SO2) y el 81% de los óxidos de nitrógeno (NOx).
Cronología del desastre medio ambiental
21 de agosto: Evacuan colegios. Más de 50 estudiantes, además de dos adultos, fueron evacuados de tres colegios de Quintero debido a náuseas, vómito y desvanecimiento. Al día siguiente, la Seremi de Educación de Valparaíso decretó la suspensión de clases.
23 de agosto: Declaran alerta amarilla. El Comité Operativo de Emergencia (COE) de la Región de Valparaíso declara alerta amarilla para las comunas de Quintero y Puchuncaví ante la emergencia química-sanitaria que se vive en la zona y que, hasta ese momento, tenía a 133 personas intoxicadas.
28 de agosto: Gobierno apunta a Enap. El Ministerio del Medio Ambiente realiza mediciones de gases, que apuntaron a que los niveles más altos de hidrocarburos se encontraron en Enap. Esto generó un enfrentamiento entre el Gobierno y la empresa, ya que esta última se defendió y publicó un informe interno, donde aseguran que no se hallaron gases tóxicos en la zona.
31 de agosto: Levantan alerta amarilla. El jefe regional confirmó el término de la alerta amarilla debido a la disminución de los casos de intoxicación, indicando que las clases se retomarían el martes 4 de septiembre.
4 de septiembre: Vuelta a clases y nuevas intoxicaciones. La vuelta a clases no alcanza a durar un día, ya que, a horas de reabrirse los colegios, estudiantes y niños presentan nuevos síntomas de intoxicación y son derivados a hospitales. Los afectados llegan a 100, y cinco de ellos deben quedar hospitalizados. Se vuelven a suspender las clases y se reactiva la alerta amarilla.
4 de octubre. Muere conocido activista. La madrugada de ese día encuentran muerto a Alejandro Castro, uno de los líderes sociales de las protestas que se han realizado por la contaminación en Quintero y Puchuncaví. En primera instancia, se hablaba de que Castro habría atentado contra su vida, pero también se confirmó que había recibido amenazas.
¿Por qué fue noticia?
Cristián Parker, sociólogo y académico de la Usach
Lo que ocurre en Quintero y Puchuncaví es un síntoma de un problema más grave que tiene el país, donde el conjunto de la población está tomando más conciencia de los problemas ambientales que existen. Se ha podido ver que todas las medidas de evaluación ambiental y de precaución del medio ambiente por parte de las empresas son insuficientes. Son dos tendencias que se oponen.
Creo que lo que ocurre en Quintero y Puchuncaví es un quiebre, en el sentido de que va a tener mayor repercusión mediática. No sé si vamos a presenciar soluciones tan a corto plazo, pero sí medidas a mediano y largo plazo.
Hace quince años que los habitantes de esas zonas sufren con la contaminación, pero ahora la opinión pública está más sensible, por lo que estos casos tienen más repercusión. Dicho eso, cada vez más en este país los problemas ambiental tendrán mayor audiencia, lo que significa que las empresas y las políticas gubernamentales van a tener que ser más cuidadosas con el medio ambiente.