"Te lo mereces porque eres un artista que ha trascendido generaciones", eso le dijo Bombo Fica cuando recibió la Gaviota de Plata e inmediatamente se la regaló a un emocionado Willy Benítez.

Su tercera vez en el Festival encontró al hombre de blanco en medio de todas las repeticiones que durante las últimas semanas se habían presentado en la tevé.

El humorista no olvidó sus caballitos de batallas como la ya célebre "Sospechosa la w...", que incluso dio vida a su reciente espectáculo teatral y su fallida película de la que también se burló y aseguró que sacará otra.

Después de las dos horas de Bosé, a las 0:46 horas comenzó el show. Willy Benítez inició la intervención con su voz de pito y golpeando a Rafa Araneda en tres oportunidades, recordando lo que realizó en 1983 junto a Antonio Vodanovic.

Tras cartón, siguió un baile y el clásico "Hola qué tal, festival", momento en donde apareció Bombo Fica para el deleite de todos. El primer chiste se lo llevó Benítez cuando el hombre de blanco le dijo: "Qué lindo recibir tanto cariño en el ocaso de la vida", lo que causó la risotada total.

BOMBO CONTINGENTE

Los inmigrantes se llevaron el primer palo del Bombo, pero siempre en buena. El chistólogo contó la historia que vivió en una bencinera cuando lo atendió un haitiano y venezolano, provocando la primera ovación en apenas cuatro minutos.

Luego recordó cuando se inscribió en el Partido Comunista, con un mensaje lleno crítica social que fue apoyado por el público. Las historias continuaron y la Quinta Vergara siguió riendo a destajo, especialmente, cuando recordó que lo repiten cada vez que hay elecciones.

También se dio maña de volver a repetir el chiste del hombre que va al banco a cobrar un cheque de $100, pero poco importó, porque las risas no cesaron en Viña.

Willy Benítez y Mariela Montero se colaron en la escena, momento en donde alcanzaron los 49 puntos de rating, el peak de la noche.

Fica continúo su show lleno de éxitos y recibió el aplauso inagotable de Viña del Mar que otra vez se rindió a los pies del humorista. El primer bombazo llegó con lo clásico, así dos gaviotas fueron a parar a las vitrinas llenas de éxito.