En los animadores del festival, Carolina de Moras y Rafael Araneda, centró Vasco Moulian la primera columna en vivo que realizó en LaCuarta.com.
Claro, porque el crítico de televisión aprovechó el programa "La Cuarta en la Quinta" para referirse a algunos temas que no alcanzó a detallar en la columna que escribe a diario en La Cuarta.
Mira a continuación las opiniones de Vasco sobre la primera jornada festivalera.
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Rafael Araneda y Carolina de Moras se paran en un costado del escenario. Sonrientes, elegantes. Una enorme pluma (cámara sostenida sobre un soporte de más de 12 metros) vuela –literalmente- sobre las cabezas de un monstruo enfervorizado y los animadores demuestran que las horas de TV no son en vano y que en manejo de grandes audiencias CHV puede darse el lujo de decir que tiene una dupla de oro, preparada para los más grandes escenarios.
En esencia, la crítica es el arte del análisis.Anoche, el canal del grupo Turner dio su examen de grado en lo que es televisión en vivo. Desde la emotiva obertura, a cargo de Illapu, hasta el magistral show de Miguel Bosé, el artista ícono de este Festival.
En rigor, vimos dos festivales al mismo tiempo. Uno compuesto por más de 15 mil personas con show, baile, música y fiesta; en la otra vereda fuimos espectadores de la consagración de los animadores. La dupla matinal por la que apostó CHV enseñó a nuevas generaciones cómo se trabajan los grandes espectáculos.
Rafa, con la misma fuerza y energía que lo veíamos en las galas de Rojo, y un magistral manejo. Sereno y locuaz. Con una excelente pronunciación, adquirida durante su trabajo en México para TV Azteca, el ex Tío Conductor puso el acento donde debe estar, la pausa en el instante clave, la mirada en la cámara que está al aire sin perder de vista a quienes desde el palco hasta la galería lo han hecho uno de los animadores más respetados de medio nacional.
Carolina de Moras, por su parte, con el aplomo y garbo de las grandes. No en vano es la mujer que más veces ha conducido el Festival de Viña del Mar (5 en total). La Quinta Vergara no es un escenario fácil. No es un programa de TV, aunque responde a los parámetros formales de uno, y carga con la historia de ser el más longevo en su tipo. En lo técnico, un animador debe conjugar su sono (muela en el oído) con el ruido del público, el tally (luz superior de la cámara y decenas de estímulos. Todos sorteados con éxito por los animadores. Por lo mismo aprovecho esta instancia para pedir Gaviota de Oro para Rafa y Carola.