Desde que Betsy Camino llegó a Viña recibió el cariño de la gente, pero aparte de los gritos, selfies y demases, unas personas muy queridas por la cubana la acompañaban desde lejos en cada una de sus actividades.
No querían aparecer en pantalla, por eso cada vez que se apagaban las luces la caribeña buscaba consuelo y paz interior en Pamela Vidal y Paz Muñoz, la familia chilena que la trajo a nuestro país hace ya tres años.
Fue en un viaje familiar a la isla que gatilló que la pequeña Paz se convirtiera en amiga inseparable de la bailarina. Betsy cuenta que "la llevaba al camerino porque no se iba de los shows. Yo la escondía y estaba con ella, no nos soltábamos".
Durante todo este tiempo, Camino fue fortaleciendo su amistad con los Muñoz-Vidal. Los chilenos en Cuba también se acercaron a la familia de Betsy, generando una relación de mucha cordialidad, tanto así que después de esa vez en varias ocasiones viajaron a Cuba para compartir con la parentela caribeña.
BETSY EN CHILE
Todo hasta que un día Patricia Vidal le preguntó a la morena si le gustaría venirse a Chile, algo que Betsy recuerda con mucha emoción. "Le dijeron a mi mamá y ella accedió sólo si estaba la Pamela. Me ayudaron con los pasajes, con la estadía. Encontré en la Pamela a mi hermana, mi amiga, mi mamá. Ni a la esquina me dejaba ir si iba sola, además yo tenía miedo de ir a otro país. Me fui soltando de a poco. Un día fui a buscar a la Paz al colegio y nos demoramos más de tres horas, porque no sabía cómo volver jajajá".
Pamela tampoco esconde el inmenso cariño que demuestra por la nueva soberana del Festival: "Cuando la conocí supe que era muy de piel, de alma sencilla, entonces es muy fácil enganchar con alguien así. Su esencia es especial. La familia de ella se portó muy bien con nosotros también. La mamá adora a Betsy, y acá ella también se convirtió en mi niña, estamos orgullosos de ella por todo lo que ha logrado".
Fueron cerca de seis meses los que Camino vivió en la Ciudad Jardín. Todo ese tiempo no estuvo exento de complicaciones, ya que "fue súper duro, primero por el frío, hacía demasiado para lo que estaba acostumbrada, apenas llegué me enfermé, además encontraba el agua muy gruesa, todo lo que comía me caía mal, no sabía andar en carros automáticos, porque allá tenemos sólo autos de los años 40 y 50. Llegar acá, mirar los canales, las pantallas de 60 pulgadas, mientras nosotros teníamos, con suerte, unos de 10 con potones para atrás. Fue un proceso total, aprender chileno y ahora soy experta en eso", agrega Betsy.
"HICIERON ESTO POSIBLE"
La morocha no olvidó todo el sacrificio que hizo su familia chilena para que ella fuera feliz. "La Pame con su familia hicieron que todo esto fuera posible. Mi Paz, ella tal como dice su nombre es un ser de luz, nos conocimos en un hotel, ella iba a verme bailar, cuando conocí a Pamela la relación fue diferente, pero muy cordial. Son súper importantes en mi vida, por el apoyo que me entregaron, dándome mis regalitos, ayudando a formar mi casita en Chile, yo los quiero muchísimo, somos muy unidos".
La ganadora de la corona asegura que extraña Viña del Mar "porque se parece a donde vivo en Cuba y especialmente por el cariño que me entrega la Pame y su familia, estos días han sido muy lindos al sentir la compañía de todos ellos".
Para Pamela, por su parte, "Betsy siempre ha sido muy cariñosa con mis niños. Acogió a la Paz y siempre la trato bien, la sacaba a bailar, paseaba con ella, se hicieron muy amigas, fue una linda relación, para nosotros es muy especial verla en esta situación. "Tras el triunfo, Vidal no ocultó su alegría y celebró con todo el equipo de la cubana la victoria. "Estoy muy contenta, es como mi tercera hija. Fue una candidata honesta, que hizo las cosas bien. Se merece esto porque ha sufrido mucho".
Pese a no vivir juntas hace más de dos años, Vidal y Camino se siguen reuniendo todos los meses para compartir. La reina encontró una nueva familia en la tierra que la coronó como soberana.