Pasarán los días, pasarán los años, nuevas ilusiones, otras despedidas, y la fanaticada ochentera seguirá recordando el "Festival de la Una", que tuvo entre sus filas a un histórico, pero muchas veces ignorado, Willy Benítez.
Sí, el mismo que en 1983 planificó al estilo "Tío Emilio" su presencia en el escenario de Viña del Mar para "protestar" por la ausencia del humor. Siempre junto a su tarro, of course.
Desde aquella "anécdota", que acabó con el actor detenido, transcurrieron 35 calendarios y numerosos espacios para desarrollar su faceta humorística, hasta que ayer por fin se reencontró en la Quinta Vergara con el "monstruo".
- Los más cabros quizás no reconocen tu nombre, pero sí su imagen...
- No paso inadvertido, por los bigotes, el pelo crespo, la cara de loco. A veces los jóvenes me gritan "Florcita Motuda", jajajá. La imagen está, pero lo cierto es que no tienen muy claro quién soy yo. Mi última aparición fue en el "Bar del Bombo" y luego Olmué. La juventud es difícil de "cachar", saber lo que ven o qué artistas prefieren.
- En 1983 su frase fue "en Chile la risa no ha muerto"...
- Y lo confirmo, se ha diversificado, hay más estilos, inclusión de la mujer. Es positivo, lo valoro. El humor nunca debiera morir, es lo que la gente espera.
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