Al regalar una mascota regalas una vida. Esta frase resume muy bien lo que sucede especialmente en esta fecha, con uno de los "obsequios" favoritos que los padres hacen a sus niños.
Loable iniciativa, especialmente cuando el perrito es adoptado, pero la realidad suele ser muy distinta.
Proliferan los regalos de cachorros de raza, que son muy simpáticos todos ellos hasta que luego de un par de semanas dejan de ser el centro de atención. Empiezan a cometer destrozos, sufrir ansiedad por separación al pasar largas horas solos y sin actividad física ni un ambiente con entretenciones, así como una serie de otros problemas asociados que siempre terminan en el mismo resultado: El desequilibrio emocional de esa mascota.
Luego viene la etapa del "perro malo". Aquí el animalito ya comienza a ser una molestia sin tener culpa alguna. Y es en este punto donde quiero decir claramente a los amos: la responsabilidad siempre es de ustedes (afortunadamente cada vez existe mas conciencia sobre esto).
Deben preocuparse de todas las necesidades de este ser vivo, que debe necesariamente pasar a ser un nuevo integrante de su familia. Solo por ejemplificar: si van a adoptar un perro de tamaño mediano o grande, deben satisfacer diariamente sus necesidades de energía. No bastan uno o dos paseos a la semana.
También si se compra
Lo mismo ocurre si la decisión es la compra.
En el caso de perros de talla pequeña, si bien es cierto las necesidades no son las mismas, siempre habrán otras.
Tener un ambiente enriquecido para que la mascota no tenga oportunidad de aburrirse ayuda mucho. Juguetes especiales para morder, aromas, música ambiental de onda sonora calma y, por supuesto, la asesoría de un profesional, siempre es altamente recomendable.
Este artículo es solo un pequeño resumen y, como tal, quisiera finalizar con la misma frase con que lo inicié: Al regalar una Mascota regalas una vida. Felices fiestas para todos.