Dos perros Yorkshire terriers pertenecientes al actor Johnny Depp serán sacrificados por las autoridades australianas, si el protagonista de Piratas del Caribe no los saca pronto del país al que los ingresó de manera irregular.

Todo comenzó cuando Depp llegó en abril pasado a Australia para grabar una nueva versión de la saga de los piratas, y lo hizo en su avión privado y en compañía de sus perritos Boo y Pistol.

El problema es que la estrella de Hollywood los metió a ese país a la mala, pues no declaró su ingreso, pese a que las leyes australianas exigen que cualquier animal que sea introducido al país debe cumplir con los estrictos requisitos de importación. De lo contrario debe ser puesto en cuarentena y después o es llevado fuera del país o se lo sacrifica.

Por lo mismo el ministro australiano de Agricultura, Barnaby Joyce, enfatizó que "sólo porque se trata de Johnny Depp no se puede hacer una excepción a la ley", por lo que insistió que los perritos deben abandonar el país.

"Si no lleva a Boo y Pistol de regreso, vamos a tener que sacrificarlos", amenazó la autoridad.