El sistema olfativo canino es todo un mundo por descubrir. ¿Qué los atrae tanto de un olor en particular? ¿Por qué se pasan un largo rato oliendo a otro perro?
Estos y otros comportamientos como lamer, estornudar o mover la cola están asociados con el olfato.
Alexandra Horowitz, profesora de ciencia cognitiva y directora del Laboratorio de Cognición Canina en Barnard College, Nueva York, explicó cómo entender un poco más ese mundo de olores y cómo los humanos podrían "entrenar su olfato".
"Hay muchas maneras de olfatear, y el método humano no es el mejor", dijo.
Los investigadores descubrieron que los humanos tienen cerca de seis millones de receptores olfativos; mientras que los perros poseen 300 millones. Las personas por su parte inhalan una vez por segundo y medio, mientras que los caninos de cinco a 10 veces por segundo.
"Incluso exhalan mejor que nosotros", continuó Horowitz. Y lo describió como una especie de respiración de yoga canina.
"Vista olfativa"
Los perros exhalan a través de las aberturas al costado de la nariz, por lo que mantienen un flujo continuo de aire inhalado por su hocico para oler. "Esto les da una vista olfativa continua del mundo".
¿Y por qué a veces lamen cosas realmente desagradables? Una teoría, según la experta, es que su sentido del olfato es realmente un sistema motor complejo que está relacionado con el cerebro y "no hay ningún receptor de 'olor nocivo' en el cerebro del perro", agregó. "Sin embargo se sienten particularmente interesados en lamer todo tipo de cosas que para los humanos son repugnantes".
Otra gran curiosidad es cuando huelen por largo rato la cola de otro perro. "Gran parte de la identificación de un perro se encuentra en las glándulas anales. Esos sacos transmiten cómo se siente un perro -si está ansioso, juguetón-, y la esencia sobre quién es".
Que sea un perro
Para saludar a los otros, agregó Horowitz, los "perros mueven la cola básicamente para esparcir sus olores personales".
Es por eso que la especialista sugirió que es sano sacar a pasear a las mascotas y dejarlas oler el mundo para que "un perro sea un perro" y se ponga al día con la humanidad.
Y los humanos también pueden explorar ese universo. "Tomen el ejemplo de los perros", dijo. "Pongan la nariz en las cosas y huelan dedicadamente. Nombren los olores. Repítanlo mil veces, agarrando un frasco de perfume o sintiendo un manojo de hojas de los árboles. Yo disfruto mucho más ahora que huelo el mundo. Huelo las cosas y aprendo más sobre él, eso es lo más parecido a un perro que puedo ser".