Belén juega a ser mamá con regalones "Papurri" y "Blanquito"

Belén Hidalgo creció rodeada de animales, ya que sus padres tenían un rancho en su natal Córdoba. Por eso no extraña su abnegación a la hora de cuidar a sus regalones: "Papurri", un simpático yorkshire de siete meses, y "Blanquito", un tierno maltés de tres.

"Adoro a los animales, me fascinan. Son tan sensibles, además que entregan un amor incondicional", señala.

El primer suertudo en gozar el cariño de la modelo fue "Papurri", que la flechó cuando ella y el "Negro" Piñera buscaban un miembro para su familia. "Como es negrito y peludo, le pusimos ese nombre, jajajá... Es súper regalón del 'Negro'. Como es friolento, duerme a su lado, no se despega. Es súper amoroso y juguetón", chochea Belén.

Al cumplir cuatro meses, el yorkshire fue adiestrado, de tal forma que hoy sabe sentarse, dar la patita y obedecer a sus amos.

Al poco tiempo, la bella y el "Negro" quisieron ampliar la familia. Les daba pena que su consentido quedara solo cuando ellos estaban fuera de casa.

Una tarde que fueron al Parque Araucano vieron un cachorrito maltés blanco como la nieve que paseaba junto a su padre y su amo. No lo pensaron dos veces. Era lo que buscaban. Conversaron con el dueño y se lo llevaron para la casa, donde lo bautizaron como "Blanquito".

El que no estaba muy contento era "Papurri". Se puso celosín, pero al poco tiempo se le pasó.

"Ahora juegan como dos niños. Le sacan las cosas al 'Negro' y le esconden los zapatos. Son súper regalones y traviesos. Les encanta estar en brazos y duermen con nosotros. "Blanquito" tiene su espacio sobre mi cabecera y "Papurri" se acomoda junto a la espalda del 'Negro'".

- ¿Seguirás ampliando el clan?

- Por el momento nos vamos a quedar con ellos dos, nomás. La idea es aprovechar su compañía y ahora que están bonitos los días los sacamos de paseo y somos muy felices.

- ¿Qué piensas de la gente que los maltrata?

- Cuando veo esas noticias me duele la guata, me da pena y rabia. ¿Cómo pueden hacerles daño si son lo más puro e inocente que hay.

Isabel Arrieta M.

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