“Son más frecuentes de lo que uno imagina”, dice el testigo del momento en el río Chepu. Por distintos motivos estos pequeños ciervos recurren al nado.
Pasado el mediodía del jueves 7 de noviembre, Miguel Villarroel navegaba de paseo junto a su familia por el río Chepu, en Chiloé, cuando en una “curva” se toparon con un pudú (Pudu puda) que cruzaba nadando de este a oeste en uno de los principales cuerpos de agua de la isla.
“Se demoro más de cinco minutos en atravesar el río”, relata él, quien es un operador turístico de la zona con Chepuxtrem, y agrega que en varias ocasiones se ha “topado” con individuos de esta pequeña especie nativa de ciervo: “Son más frecuentes de lo que uno imagina; pero por lo general, lamentablemente “casi” siempre es para evadir a los depredadores”, detalla a La Cuarta, aunque “no en este encuentro, por lo que pudimos apreciar”.
Según ha observado Miguel, los pudúes “son excelentes nadadores”, opina. De hecho, pocos días atrás, se viralizó el registro de otros de estos animales nativos, pero en el lago Colico, Región de La Araucanía, hasta llegar a la orilla para sacudirse de lo empapado.
En tanto, Rocio Vicencio, veterinaria encargada de medicina y rehabilitación de Chiloé Silvestre, plantea a La Cuarta: “Es importante diferenciar el que sean capaces de nadar, del ser buenos nadadores”. Los ciervos pertenecer al orden de los artiodáctilos (Artiodactyla), por lo que poseen dos dedos o pezuñas, como las vacas y las ovejas. “No poseen membranas interdigitales que les facilite el nado ni otro tipo de adaptación que los vuelvan más ágiles dentro del agua”.
De hecho, la veterinaria describe que, “como se ha observado en diferentes registros, su nado es lento y pausado, y por lo general cuando llegan a la orilla se observan exhaustos”.
¿Por qué el pudú cruzó el río?
Entre las razones que podría tener un pudú para lanzarse al agua, Rocío advierte que “lamentablemente” se han viralizado este tipo de registros con “mayor frecuencia, muchas veces en un contexto de fuga por presencia de perros de libre deambular”, a pesar de que este “no pareciera ser el caso”, advierte. Eso sí, también destaca que los zorros chilotes (Lycalopex fulvipes), sus depredadores naturales, aplican la “estrategia” de acorralar a sus presas en pozas o zonas con agua “para cansarlas”, analiza.
“La actividad de nado les significa un sobreesfuerzo físico”, remarca ella. “Terminan esta actividad exhaustos en la orilla, volviéndose presa fácil para perros de libre deambular”, advierte además.
Otro motivo que podría explicar el nado en los pudúes es, según Rocío, que “podría ser el desplazamiento de estas especies debido a diferentes presiones antrópicas que afectan la estabilidad de sus poblaciones y ecosistemas”, dice.
Sobre sus impresiones del encuentro, Miguel dice: “Si bien es cierto que para uno como adulto residente no genera demasiada expectación, mis hijas fueron las más emocionadas al ver este pequeño ciervo nadando con gran habilidad”.
También, el navegante de río supone que “quizás fuimos una molestia para él , y al quedarnos un momento tomando imágenes lo alteramos un poco, por eso no interferimos demasiado tiempo cerca para no estresarse en su travesía”.
Si bien la cámara no captó el momento, Miguel cuenta que instantes antes otro pudú habría cruzado el Chepu, “y pudimos ver que no tenía astas, así que deducimos que era la hembra, y que eran pareja”.