En una cafetería de Zapallar interceptaron a una persona que cargaba a una pequeña criatura en su gorro, y se percataron de que era una pequeña nutria nativa. ¿Qué hacer en estos casos? Expertos explican y advierten con cifras de esta amenaza.
Un fatal caso fue revelado durante este lunes sobre un perro que habría atacado a una pequeña chungunga (Lontra felina) en la comuna de Zapallar, Región del Valparaíso.
“Hoy fuimos al rescate de esta pequeña nutria atacada por un perro en playa Laguna de Zapallar”, informaron vía redes sociales desde la Fundación Lontra, dedicada a la conversación de esta nutria marina nativa de Chile.
Personal de la organización trasladó de urgencia a la cría mamífera al centro de rescate de Fundación Ñamku, donde se le entregó tratamiento clínico, “y pese al profesionalismo y dedicación exclusiva de sus veterinarios durante varias horas, está pequeña chungunguita, de dos meses de edad, falleció a causa de las lesiones causadas por un perro doméstico, que aparentemente paseaba con su dueño”, indicaron presuntamente.
Según detallaron, trabajadores del Almacén y Café La Raiz, ubicado en la Carlos León Briceño, interceptaron a la persona que cargaba a la cría en un gorro por la vía pública.
“¡Un día triste para todas las personas amantes de las nutrias!”, expresaron desde la institución, “y un incentivo a seguir trabajando para detener a las personas que pasean a los perros sin correa en ambientes naturales”.
Un problema “de todos los días”
Javier Trivelli, fundador y presidente de Lontra, advierte que aún no han confirmado si el perro en cuestión tenía dueño, contactado por La Cuarta.
“Vieron a una persona caminando con su perro, y algo (traía) en un gorrito verde”, relata Javier, tras lo cual personal del café le consultó qué era y él sujeto contestó que “un chungungo” y aseguró que “parece que le tiraron un postonazo”.
La persona dejó a la cría con la gente del local, quienes se pusieron en contacto con Lontra: “Pero revisando en el centro de rescate, las lesiones eran aparentemente de perro, tenía tres heridas en su cabeza en el cráneo, y una aparente fractura de mandíbula, lo cual indica que era una mordedura de perro”, precisa.
El conservacionista remarca que “no hemos logrado dar con la persona que entregó al chungungo, por lo tanto tenemos esa ‘caja negra’ de información, que siempre es súper importante”.
Desde Fundación Ñamku, ubicada en Concón, el veterinario y director Pablo Salah indica a al diario pop que cada año llegan alrededor de cuatro chungungos atacadas por perros, “pero otras especies es de todos los días”, advierte sobre este problema. “Hemos tenido de todo, aves marinas, pingüinos, zorros, quique, coipo...”.
Respecto a la estadística que maneja Lontra, “hacemos las necropsias y vemos de qué se murieron: muchas son causas indeterminadas, pero muchos también son de perros”, al menos en la Región del Valparaíso, indica Javier.
En cuando al “tremendo impacto” que representa una muerte de una cría, Javier plantea que “no muchos chungungos llegan a etapa adulta con capacidad de reproducirse exitosamente; lo que hemos visto en esta zona es que si bien se reproducen, la población de adultos no crece”, por lo que “toda pérdida de cría es una baja en la probabilidad que las poblaciones se renueven”, lamenta.
Javier, en tanto, explica que estas nutrias suelen tener a sus crías a unos 150 metros de la costa, territorio donde resulta más probable que se tope con un perro. “La cría de chungungo es y por esencia muy curiosa, aprenden del ensayo-error”, asegura, por lo que es muy vulnerable a amenazas, sobre todo cuando la mamá debe lanzarse al mar en busca de comida.
¿Qué hacer si encuentro un chungungo?
“Si es que uno se puede acercar a un chungungo (adulto), ya es rescatable, porque generalmente le tiene miedo al humano”, explica el fundador de Lontra sobre cuándo rescatar a uno de esos mamíferos; previa coordinación con Sernapesca, llamando al número 800 320 032.
En cuanto a una cría, en caso de tener sangre, una fractura o cubierta por petroleo, indica que se debe dar aviso a Sernapesca o la propia fundación para coordinar su derivación al centro de rescate más próxima: “Las horas son fundamentales; siempre hay que registrar a la persona que lo encontró, porque esa información es fundamental para la rehabilitación”, detalla.
De no presentar lesiones visibles la cría, el protocolo es “asegurar el perímetro”, es decir que mantener a personas y perros alejados, “porque lo más probable es que se haya perdido de su madre”; y según su experiencia, después de unas dos o tres horas, la mamá está de regreso con su retoño, “lo que permite su reinserción inmediata”, asegura.
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