La interacción de los menores con un animal provoca mejoras en el desarrollo social, personal, cognitivo y emocional a quienes hayan recibido diagnóstico.
La relación de las mascotas con menores de edad es algo muy especial de experimentar, especialmente cuando un cachorro crece en conjunto a un niño o niña.
Los menores adquieren una serie de habilidades a medida que conviven con una mascota, ya sea perros o gatos. Logran desarrollar la importancia de cuidar y amar a un ser vivo, el respeto, y moldean con mayor facilidad su lado social, emocional y cognitivo.
Esto se puede aplicar para todo niño o niña que se encuentre en etapa de crecimiento o desarrollo, especialmente para menores con déficit de atención o hiperactividad (TDAH).
Y ante esto, la organización Best Friends Animal Society recalca el beneficio de adoptar una mascota para poder desarrollar de mejor manera las habilidades de las personas.
Beneficios de tener una mascota
El TDAH (trastorno de déficit de atención con hiperactividad) es una afección crónica que afecta a millones de niñas, niños y adultos alrededor del mundo; caracterizándose por los problemas para mantener la atención y concentración por cosas o situaciones en el día a día.
Ante esto, según destacan expertos del New York Presbyterian y Columbia University Irving Medical Center, el beneficio entre la relación de mascota-niño/a con TDAH pueden ser:
- Habilidades emocionales
Este tipo de habilidad se puede trabajar con la presencia de una mascota. Se destaca el desarrollo de la empatía y la compasión, sentimientos fundamentales para que un menor pueda comprender la importancia de las emociones en los demás y su entorno.
- Aumento del autoestima
La relación de las mascotas con los niños logrará que el autoestima de este mejore trabajando el cariño, el amor leal y el afecto. Este tipo de interacción con los animales pueden lograr sentirse especiales a un nivel muy relevante en el proceso de crecimiento de los niños.
- Sentido de responsabilidad
Asimismo, los expertos destacan que permitir que el niño cuide de otro ser vivo y vele por su bienestar, ayudará a inculcar el sentido de responsabilidad y madurez desde una edad temprana; además de crear la conciencia de saber cómo sus acciones y decisiones pueden o no afectar a otros seres humanos.
Todos estos beneficios, si se trabajan en conjunto, lograrán que los menores con déficit de atención o hiperactividad puedan tener resultados positivos en el aprendizaje y confianza con ellos mismos, lo que le permitirá al niño o niña tener un mejor desempeño en el ámbito escolar, familiar y social.