El perro Gordo disfruta ahora de su nueva familia... y de la fama

Una vida relajada y llena de amor, donde él es el objeto de los regaloneos y aprende a desempeñarse en un entorno cálido y protector, es la que está llevando en la actualidad el perrito Gordo, el mismo labrador que se hizo famoso en las redes sociales por perder sus dos patitas delanteras.

El coludo vivía originalmente en Coquimbo, donde fue atropellado y luego un alma caritativa lo llevó a una clínica veterinaria, y allí debieron amputar una de las patas e intentaron salvar la otra.

Luego se lo trasladó a Santiago, donde fue atendido por un equipo de profesionales tanto fisiatras, traumatólogos, neurólogos, cirujanos ortopédicos y médicos internistas encabezado por el doctor Pablo Aguilera de la Horra, dire médico de la Clínica Vespucio Norte, quienes optan por amputar su otra pata.

Una colecta permitió fabricar un carro a medida para Gordo y poco a poco se fue acostumbrando a su uso.

Exitosa campaña

Pero la tarea no había terminado, porque se le debía encontrar un hogar al coludo, algo a primera vista nada de fácil.

Para ello se inició una campaña a través de Facebook, y precisamente así fue como María Francisca Rojas y su hija Martina llegaron a la vida de Gordo.

"Nosotras estábamos buscando un gato para adoptar, cuando a través del Facebook me llegó la historia de este perrito. Nos entusiasmamos, lo conversamos y decidimos ir a conocerlo. Allí nos contaron su historia y nos informaron de los cuidados que deberíamos tener y del proceso que íbamos a vivir si lo adoptábamos", recuerda María Francisca.

Las visitas se sucedieron una a la otra y el vínculo se fue fortaleciendo, así como la convicción de la mujer y su hija de que Gordo era precisamente el perrito que ellas querían en su familia.

Ha pasado casi un mes desde que el coludo llegó a su nuevo hogar y "las cosas han sido más fáciles que lo esperado. Él ayuda mucho y se desenvuelve sin problemas en el departamento", precisa María Francisca, quien también agradece la ayuda que cada mañana le presta el conserje del edificio para llevar a la coluda a su primera visita al baño, porque aunque está a dieta, igual pesa sus buenos 30 kilos.

Pero junto con el amor de su nueva familia, Gordo disfruta también de la fama, de esa que se ganó cuando su historia era viral en las redes sociales y hasta en la tele le hicieron sus reportajes.

"La gente lo reconoce en la calle y quiere sacarse fotos con él", detalla.

Y para qué hablar de los compañeros de curso de la pequeña Martina, que con Gordo aprendieron no sólo lo hermoso que es adoptar un perro, sino que lo es mucho más todavía cuando tiene los problemas que presenta el coludo.

Mira la historia de Gordo en fotos, desde que estaba en la clínica hasta su actual vida en familia.

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