Estudio asegura que la cura de la depresión podría venir de un sapo

El Sapo de Sonora es una de las especies traficadas en la dark web.

Investigadores de las universidades de Columbia y Monte Sinai descubrieron que la sustancia alucinógena emitida por la piel del Sapo del río de Colorado contiene un compuesto que puede reducir los síntomas de la ansiedad y otras condiciones psiquiátricas.

En el Desierto de Sonora, ubicado en la frontera de Estados Unidos y México, existe una criatura codiciada por todos quienes buscan vivir experiencias psicodélicas. Se le conoce con varios nombres: sapo del río Colorado, sapo del Desierto de Sonora o sapo Bufo, aunque quizás lo hayas visto en memes como el del Hipno Sapo de Futurama.

Y es que este anfibio tiene la particularidad de secretar una sustancia que lo protege, pero que al ser consumida de manera directa al lamerlo o bien convirtiendo el líquido en vapor, genera efectos alucinógenos que han sido utilizados como droga recreativa y también para rituales curativos o de iluminación especialmente en el lado mexicano del desierto, donde esta sustancia es legal.

Pero hoy es la ciencia quien está detrás del sapo, y es que un estudio realizado en conjunto por las universidades de Columbia y Monte Sinai, han demostrado que el compuesto llamado 5-MeO-DMT, producido por el anfibio, actúa sobre los receptores de serotonina de una manera mucho más eficaz y directa que la actual medicina que se utiliza para controlar los síntomas de la ansiedad y la depresión, por lo que sería clave para elaborar nuevos tratamientos farmacológicos

Los científicos tomaron la sustancia generada por el sapo y la modificaron para encontrar una molécula selectiva que diera solo con los receptores de serotonina y evitara los efectos psicodélicos. El compuesto fue probado en ratones con síntomas de depresión y ansiedad, los cuales se aliviaron.

Esto explicaría también por qué a los rituales psicodélicos asociados a este anfibio se les da propiedades terapeúticas y hasta historias de cambio de vida de quienes han realizado estos viajes hipersensoriales, debido a que efectivamente parte de esta sustancia -que la ciencia ahora intenta aislar- tiene efectos positivos para ciertas enfermedades mentales.

Por supuesto, la idea de este estudio es poder seguir trabajando en la creación de este compuesto de manera artificial, para poder dejar de depender de esta especie que, si bien no se encuentra en peligro de extinción, si ha comenzado a generarse un tráfico de sapos que podría eventualmente dañar el ecosistema del desierto de Sonora.

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