“En sus últimos momentos las mascotas suelen buscar frenéticamente con la mirada a sus dueños”.
Cuando adoptas una mascota, esta se convierte prácticamente en un integrante más de la familia, y como con cualquier ser humano, la etapa de despedirse y decirle adiós en sus últimos días es uno de los momentos más duros que puede vivir tanto el dueño como la propia mascota.
Con el paso del tiempo y la incorporación de la ciencia, el mantenerse con vida en momentos de salud críticos es una opción y decisión tanto familiar, como personal; lo mismo ocurre con nuestras mascotas.
Es por esto, que en momentos difíciles o los últimos días de nuestros pequeños compañeros de vida, la eutanasia se convierte en una opción menos dolorosa para que dejen este plano.
Pero al igual que los seres humanos, estos no quieren estar ni sentirse solos durante este procedimiento. Es más, una usuaria compartió a través de la red social de X lo que un veterinario le comentó al momento de tener que dormir a un animal.
“Me dijo que cuando tenía que sacrificar a un animal, el 90% de los propietarios no querían estar en la habitación cuando los inyectaba, por lo que en sus últimos momentos las mascotas suelen buscar frenéticamente con la mirada a sus dueños y eso me rompió el corazón. Por esta razón, estaré con mi perro Rick cuando llegue su momento”.
Si bien al momento de decirle adiós a nuestras mascotas puede ser un momento muy duro para quienes son dueños de algún animal, esta instancia también lo es para nuestros peludos.
Eutanasia en mascotas
La eutanasia en mascotas consiste provocarle la muerte indolora a un animal que se encuentra sufriendo o con una calidad de vida deteriorada, esto mediante un procedimiento clínico en la que este queda inconsciente hasta su muerte. Esta acción debe realizarse por manos de un veterinario profesional.
Junto a ello, la médico veterinaria especialista en etología clínica y bienestar animal, María José Ubilla; menciona para Mestizos Magazine que la eutanasia significa “buen morir” y que es “una sugerencia que podemos realizar a los responsables de un animal que se encuentra grave, padeciendo alguna enfermedad incurable o crónica muy avanzada, o bien en casos extremos en que el bienestar mental y físico está seriamente deteriorado”.
Asimismo, enfatiza que este proceso nunca se puede realizar sin autorización del responsable de la mascota.
“Su elección se debe basar en el conocimiento científico y actualizado del método, de manera que se logre la conjunción de características tales como eficacia, rapidez, irreversibilidad y no causar dolor. Por supuesto, tiene que ser un procedimiento muy respetuoso, nunca de forma apurada, idealmente en un espacio tranquilo y, antes y durante el mismo, debe manejarse de la forma más humanitaria al paciente”; explica y detalla la profesional.