Un perro gordo puede parecer divertido y hasta saludable. Pero aquello es un grave error. Claro, porque un perro con sobrepeso no es un perro sano.
Ni en humanos ni en animales es bueno el consumo de más alimento que el necesario para el desarrollo normal del individuo.
Entre otros problemas asociados a la obesidad en los animales están las dificultades para resprar y desplazarse. Pero también presentan con mayor frecuencia cardiopatías.
Además, las articulaciones de los perros gorditos se las sufren todas. Y el exceso de peso hace que sus vidas sean más cortas que si tuvieran sus kilos justos.
Cómo cachar que tu perro está obeso
Más allá de la simple observación del can, hay otras maneras de detectar si está con sobrepeso.
Por ejemplo, si pasas la mano con suavidad por sus costillas deberías notarlas. Si no es así, está gordito.
También puedes pasar tu dedo índice por su lomo y se debe notar su columna sin necesidad de presionar demasiado.
Otra forma de hacerlo es fijarse si tiene o no "carnes que cuelgan" de su abdomen.
Qué hacer si está gordo
Lo primero que deberías hacer al notar que tu perro está obeso es llevarlo al veterinario. Y con él coordinar las tareas paera conseguir que baje de peso.
Pero si por algún motivo no puedes ir pronto al especialista, hay algunos consejos que te pueden ayudar.
- Disminuye la cantidad habitual de su alimento.
- Cambia su alimento por uno light de la misma marca.
- En vez de darle todo el alimento de una vez, repártele la misma cantidad en 3 ó 4 veces.
- No le des extras. Mientras permanezca con sobrepeso corta de raíz los "regalos".
- Cuando sea tu hora de comer mantenlo alejado del sector donde lo haces.
- Aumenta la cantidad de minutos que dedicas a jugar con él. Y también el tiempo que emplea para salir a pasear.
- Controla semanalmente el peso del regalón para comprobar si las medidas dan resultados o no.
- Si no notas baja en su peso, consulta con el veterinario la posibilidad de algún problema glandular.