Hasta el año 2009 la vida del perrito Óscar pasaba entre las calles de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, igual que millones de canes que viven a la intemperie en las incontables ciudades del planeta.
Pero Óscar tuvo suerte, mucha suerte, porque tras ser rescatado fue a vivir con Joanne Lefson, y ahí le cambió la vida de una manera inimaginable.
Claro, porque el perrito callejero se transformó de un día para otro en un ciudadano del mundo, luego que Joanne decidiera llamar la atención sobre el tema de los perros abandonados, fotografiando a Óscar en casi todos los rincones del planeta.
"Tour mundial Guau", se llamó el proyecto y llevó al can a una interminable lista de países durante casi cuatro años.
Eso, porque por desgracia Óscar murió en enero de este año en un accidente automovilístico ocurrido en Estados Unidos.
Sin embargo, su historia y esta segunda oportunidad que le dio la vida se transformaron en una esperanza de que algo parecido podría pasarle también a otro perro de la calle, como efectivamente le sucedió a Chili Dog, el perrito callejero de Valparaíso que fue adoptado por una familia norteamericana.