Un sorpresivo descubrimiento fue el que realizó un miembro de la agrupación Defensores del Alto Maule en la precordillera de la Séptima Región, quien halló un ejemplar fallecido de un gato Colocolo, del cual no se tenía registro desde hace 20 años en dicha zona.
El funcionario del SAG del Maule, Marcelo Quintana, agradeció la entrega del ejemplar y recalcó que es importante que cada vez que la barra encuentre una especie silvestre, ya sea viva o muerta, como lamentablemente ocurrió en este caso, se avise a dicho servicio.
"En este caso se trata de un gato Colocolo, poco común en la zona, a pesar de que está dentro del rango de distribución de la especie. El servicio hace 20 años que no tenía información sobre el hallazgo de este animal en la zona de la precordillera maulina", señaló Quintana.
El experto explicó que el gatito será derivado al Museo de Historia Natural, "pero ya están en contacto universidades que quieren tomar muestras y analizar el ejemplar, por sus características y lo poco conocido que es".
"Leopardus Colocolo"
Según explicó a La Cuarta el veterinario y académico de la Universidad Iberoamericana, Erwin Flores, habitualmente se puede confundir con una Güiña, aunque el Colocolo se destaca por tener líneas en el cuello y también unas cercanas a la cola.
"El peso y tamaño es parecido a un gato normal e incluso es un poquito más chico. Sobre los hábitos de caza, se desconoce harto al respecto, porque son bien difíciles de ver, aunque como todo felino, su dieta tiene que tener como base pequeños roedores, aves y reptiles", indicó.
Flores destacó que por su tamaño pueden ser presas incluso de grandes aves, y tienen hábitos bastante solitarios, sobre todo en el momento de cazar.
"Es un animal del que se presumen muchas cosas, pero es claro que nunca ha tenido una gran densidad de población", explicó el veterinario, que destacó que lo del nombre Colocolo, no es algo coloquial, ya que científicamente su chapa es "Leopardus Colocolo".