Múltiples especulaciones se realizaron en Bulgaria respecto del misterioso origen del pelaje verde que muestra un gato que reside en la ciudad de Varna, la tercera más poblada del país, entre las cuales se habló de una broma de muchachos que tiñeron al felino, de una mutación genética y hasta de una abducción alienígena.
De hecho, vecinos preocupados por el caso hasta crearon una página en Facebook para dar con los supuestos malandras que habrían pintado al minino, pero la explicación en realidad era mucho más sencilla que las desopilantes especulaciones.
Resulta que el gatito verde se acostumbró a dormir al interior de una lata de pintura de ese tono y, como estuvo haciéndolo durante mucho tiempo, el nuevo color de su pelaje se fue intensificando.
Mientras él pasea con su inusual pinta como lo más natural del mundo, sus amigos felinos no parecen darle importancia al tema y lo tratan igual que al resto.
Nació un perro verde en Argentina y no es de Juvenal Olmos | La Cuarta