Paty no suelta el lorito ni en el viaje para la pega

Como una pirata, pero sin parche en el ojo anda por la vida la señora Patricia Burmeisters (58), mami del verde y bochinchero Otto.

Hace 8 años que el plumífero come, ronca y pasa la mayor parte del tiempo en el hombro de la mujer.

"El Otto llegó a mí cuando se escapó de una tienda desde el Parque Arauco, se posó en mi brazo y desde ahí que no se fue nunca más. Aprendí a conocer su vida, sé que viven hasta los 80 años y son muy longevos. Su comida favorita son las salchichas asadas, los choripanes y las papas fritas, aunque igual le tengo su alimento para aves", aleteó la Paty con La Cuarta.

Este lorito, de la familia de los guacamayos, está tan acostumbrado a su dueña que además come en la misma mesa y se echa a roncar junto a Burmeisters. Tiene la bendición del SAG y sus vacunas al día.

"Él me acompaña todo el día. Tengo un perrito salchicha que también es mi regalón. En las tardes nos pegamos una siestecita y Otto duerme en mi pecho mientras mi cachupín se echa al lado. Un día pillé a mi loro haciéndome el amor en el cuello y me dejó toda abollada la garganta", contó con el cogote todo rasguñado.

Selfie

Patricia no es para nada una mujer común y silvestre, ya que es seca pa’ la informática y los juegos de play, dándole clases a los péndex que no sueltan el joystick, además de armar y desarmar compus en su taller “PB Games”, en Las Condes.

"Otto me acompaña al trabajo y se va conmigo en el Metro. La gente me lo pide para sacarse fotos y él se deja querer, además no es agresivo y se deja. Es bien parlanchín, dice varias frases como "Care Huevo", "Papi", "Mami", "Hola" y "Cómo Estai". Con los únicos que se pone medio agresivo es con mi hija, mi nieta y mi yerno, pero lo hace de celoso que es. Jaja", desembuchó Patricia en su volá.

COMPARTIR NOTA