Hay perros pedigüeños que no se separan de su dueño mientras comen.
Hay otros molestosos que no paran de hinchar hasta que les dan algo.
Sin embargo, el perrito que te presentamos hoy es de una clase muy diferente.
UN PERRO ORGULLOSO
Resulta que este can que reside con su dueño en Japón, es muy orgulloso. Tanto, que no le gusta pedir nada. Ni siquiera le gusta que parezca que pide algo.
Por eso, aunque está con así un diente, desvía la mirada cuando su amo lo sapea.
Y cada vez que el joven se concentra nuevamente en su comida, el perrito la mira fija, con unas ganas que no se la puede.
Disfruta tú también con este notable registro.