Que te quede claro: el gato no es un perro pequeño

Ayudarte a conocer mejor a tu gato, desde sus cuidados y comportamiento, hasta la relación que tienen con sus dueños, es el propósito de las columnas que iremos entregando periódicamente.

También iremos descubriendo aquellas cualidades que han transformado al gato desde un animal silvestre a una mascota súper popular y que fascina a sus dueños.

Todos los profesionales que intentamos comprender a este compañero nos hemos encontrado con la frase "el gato no es un perro pequeño" y por eso, considerando esta premisa, comentaremos algunas diferencias entre ambas especies.

Diferencias

La domesticación del gato comienza aproximadamente hace 5 mil años, con el acercamiento de estos pequeños felinos a los graneros en el antiguo Egipto. Pero es a partir del siglo pasado que cambia la relación entre el hombre y el gato, al iniciarse una cría organizada y valorizándose como un animal de compañía. Los perros, en tanto, han estado en convivencia con los humanos al menos 10 mil años.

El gato es un carnívoro estricto y su dentición está adaptada para el desgarro, mientras que caninos están más adaptados para la masticación.

Los felinos son cazadores solitarios, versus las manadas que integran los perros.

A diferencia de los canes, los gatos son extremadamente cuidadosos con su aseo personal, muy meticulosos en el lamido de todo su cuerpo y con la eliminación de sus deyecciones en una caja sanitaria.

Un gato promedio pesa entre 3 y 5 kilos y esto supone que la cantidad de alimento a suministrar no supera los 50 gramos diarios, mientras que el tamaño de los perros varía dependiendo de su raza, con algunos ejemplares que pesan menos que un gato y otros que puede llegar a más de 100 kilos.

Algo que favorece la convivencia social del gato es que maúlla, no ladra.

El felino es mucho más prolífico en los períodos de cruza, pues el canino solo tiene dos celos por año.

Por último, hay que destacar su armonía y equilibrio de las formas, la elegancia y plasticidad de sus movimientos, su destreza predatoria y personalidad enigmática, todo lo que hace que sintamos fascinación por su especie y el desafío de interpretarlos.

Quedan muchos temas para ahondar, pues el objetivo de esta columna es mostrarles al gato como mascota y lo relevante que es su atención oportuna por un especialista, entre muchas otras materias que abordaremos.

COMPARTIR NOTA