Se viene firmeza la ley que regulará la tenencia de perros peligrosones

La muerte de Ruperto Navarrete, el anciano de 88 años que el sábado pasado sufrió el ataque de dos perros pitbull en Peñalolén, aceleró el trámite de la ley que regula la tenencia de perros peligrosos en el Congreso.

El diputado Marco Antonio Núñez (PPD), presi de la Comisión de Salud de la Cámara Baja, señaló que la existencia de esta ley es sumamente necesaria para proteger a la barra de estos ataques tan peligrosos.

"Debe existir un registro, para que los dueños se hagan responsables de tener un perro de estas características", afirmó, y contó al diario pop algunas medidas que contempla la nueva normativa:

- Los perros considerados de razas peligrosas (ver recuadro) están obligados llevar collar y bozal, además de que sus dueños deberán preocuparse por tener una jaula acorde a su tamaño y peso.

- Deberán inscribirse en un registro público para que puedan identificarse las mascotas y sus dueños.

- Los que quieran tener un perrito peligrosón, deberán someterse a un examen sicológico que demuestre la idoneidad de su carácter para cuidar este tipo de canes.

- Si no cumple con estas normas, el dueño será multado con el pago de 50 UTM (que son casi dos palos).

OBJECIÓN

Patricia Cocas, presidenta de la ONG Pro Animal, está totalmente a favor de la existencia de esta ley.

"Nosotros fuimos uno de los impulsores de esta ley. La conocemos al revés y al derecho, porque trabajamos en ella y peleamos para que llegara al Congreso", dice.

Sin embargo, se mostró disconforme con algunos aspectos que contemplará la normativa.

"Como animalistas, no nos parece correcto que el diputado Cardemil haya incluido dentro de esta ley a los perros callejeros. Es un absurdo, porque lo que pretende esta ley es responsabilizar a las personas que tienen estas mascotas. ¿Quién responde por un perro callejero, si no posee amo? Tememos que, a raíz de esta inclusión, se justifiquen las matanzas que puedan sufrir los animales de la calle", comentó Cocas.

Isabel Arrieta M.

COMPARTIR NOTA