Teresa Rocco ha dedicado su vida a hacer conciencia sobre la tenencia responsable de animales y en los últimos 13 años se ha puesto de cabeza a proteger y esterilizar perritos de la calle.
Lo suyo -dice- es algo innato, que le vino desde que sus padres la trajeron al mundo y le enseñaron que todos los seres vivos, por chiquititos que parezcan, merecen vivir con respeto y dignidad, incluidos los cachupines, que tan a menudo son golpeados y esquivados como si se tratara de una lacra.
De ahí que las recientes matanzas descubiertas con horror por los vecinos de La Pintana la llenaron de dolor.
Pero está empeñada en seguir dando la pelea. Y a cualquier precio.
De hecho hace unos días fue amenazada por unos sujetos a los que recriminó porque le estaban dando una pateadura a un can abandonado en su población.
Según recuerda, era de madrugada cuando los alaridos del "Chiru" la despertaron. Al asomar su ñata a la calle se dio cuenta de que el animal era ferozmente castigado por los dueños de una rottweiler, curiosamente la única perrita que no ha sido esterilizada en el barrio.
La Tere es hincha número uno de esta modalidad para controlar la sobrepoblación canina. "Me la juego al ciento, es cierto. Me criaron con perros y esto era una tarea de absoluta responsabilidad, de que la mascota debía tener su comida a sus horas, el agua fresca, etcétera. Ésa fue mi escuela", dice.
A LA JUSTICIA
Después de este trago amargo, Teresa decidió recurrir a la justicia, no de mala onda, sino porque quiere que se termine de una vez el maltrato animal. "Si estoy en esto, debo defenderlo. Es algo que me supera y no importa qué me pueda pasar a mí, porque tengo la posibilidad de defenderme, pero un perro no", afirma.
Y esto le quedó presente cuando más de veinte guaus fueron envenenados, incluso al interior de sus hogares. "No sé qué mente enferma hizo esto, porque eran muchos perros con dueño, que no andaban ni vagabundeando. Ahora está la gente asustada, ya que llegamos a comprobar que se trata de un pesticida utilizado para exterminarlos. Lo peor es que estos asesinos han vuelto", sostiene.
- ¿Cómo evitarán que no ocurra de nuevo?
- La gente ha encerrado a sus mascotas, pero no es la idea, porque el miedo genera más miedo.
Viviana Fainé B.