Hugo Arancibia es uno de los dos serenos de la estación de trenes de LLanta, localidad ubicada a 20 minutos de Diego de Almagro, y que fue gravemente afectada por los aluviones del norte.
El hombre, junto con estar más solo que un dedo en la localidad ya que todos se viraron, está a cargo además de cuidar a 24 cachupines que sobrevivieron a la tragedia.
Arancibia, de 45 años, antes de la tragedia tenía alrededor de 30 perritos en Llanta. "Les había hecho casitas. Cuando pasó todo se cayó un cerro, los perritos se metieron a sus casas y murieron 13 de ellos", cuenta con tristeza.
Hugo agregó que a los canes que se salvaron se sumaron cuatro que cuidaban unos ciudadanos argentinos, y otros 6 de la planta de ácido de la zona.
"Viene gente de distintas partes del país con comida. A veces juntamos 100 ó 200 kilos, pero mi idea ahora es darlos en adopción, porque Llanta ya no es como antes. Los perritos están solos conmigo ahora", detalló Arancibia.
Añadió que "uno se acostumbra a los animales, a quererlos. Ellos son una compañía para uno".
Contó que personas de Pirque y Rancagua quieren quedarse con alguno de los cachupines, pero que "hay que ver el tema de traslado".
El compadre de corazón bondadoso dijo que entre los perritos está la Blanca, la Flaca, el Corbata, así como el Café y el Café Chico.
También figura en la lista el Cisarro, un perro que fue atropellado por un camión y quedó con algunos tajitos en su peluda carita.