Al igual que lo que ocurre con los seres humanos, los animalitos también emplean sus cuerpos para entregar información, como que está inquieto, estresado o tranquilo.
Y los gatos parecen ser los más peritos para usar tanto su cara como su cuerpo para decir lo que desean sin usar palabras, y lo hacen tanto con los humanos como con los otros felinos.
Con la ayuda de los colegas de Consumer.es te entregamos una breve guía para que comprendas qué te está diciendo tu gato con su cuerpo.
De partida, debes asumir que para ello el gato utiliza toda su anatomía: su cola, la posición de sus orejas, su espalda e incluso la ubicación de su cabeza.
"Los felinos poseen un gran rango de posiciones del cuerpo y expresiones faciales, que usan para transmitir información a otros congéneres y humanos", le explicó a Consumer la veterinaria Linda P. Case, autora del texto "El gato, su comportamiento, nutrición y salud".
Para que los entiendas
Si el minino está sentado o acostado sobre uno de sus lados o el vientre, adormilado o incluso durmiendo, significa claramente que el gato está tranquilo y relajado.
Si el felino está calmado caminará con su espalda horizontal al suelo. Otra forma de evidenciar este sosiego es cuando muestra una actitud juguetona.
Su estado de alerta se nota cuando, por ejemplo, está acostado pero con su cabeza erguida, lo que implica que está tratando de ampliar su campo de visión para detectar algún posible peligro.
Cuando el gato está vigilando su entorno
sus orejas realizan breves pero constantes movimientos
para captar los sonidos y determinar su procedencia.
En este mismo estado sus ojos se abren más, mientras que su cola se pega más a su cuerpo.
Cuando está estresado, el gato lo evidencia con señales como una postura que deja en claro su intención de escapar del lugar. Se respiración se acelera y sus orejas se aplanas sobre su cabeza y casi no se mueves.
El temor se manifiesta en los gatos con pupilas más dilatadas y sus ronroneos son reemplazados por un maullido lastimero. Si el susto aumenta, el minino se agachará lo más posible para pegar su cuerpo al suelo, e incluso podría llegar a temblar si el miedo es demasiado.