El tráfico ilegal de animales y plantas mueve hasta 23.000 millones de dólares al año a nivel global, una cifra que sitúa esta lacra a una magnitud económica similar a la del tráfico de drogas, armas o personas, según los expertos participantes en el Congreso Mundial de la Naturaleza.
El comercio ilegal de vida silvestre ha sufrido un "enorme repunte" en los últimos cinco años y "arrastra en dirección a la extinción a más de 7.000 especies de todas las regiones del planeta", subrayó John Scalon, presidente de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES).
"Cuando pensamos en la crisis de biodiversidad global, nos vienen a la mente la pérdida de hábitat, el cambio climático o las especies invasoras; pero hemos de ser conscientes de que el tráfico de especies es una amenaza al mismo nivel, algo que está pasando aquí y ahora, y causando una extinción masiva", remarcó la colombiana Patricia Zurita, directora de BirdLife Internacional.
Más que colmillos y cuernos
Pese a que la imagen del comercio ilegal de vida silvestre se asocia a los cuernos de rinoceronte y colmillos de elefante, la piel de tigre o de cebra, o las aletas de tiburón, Zurita alerta de que hay miles de especies de aves afectadas por "este tráfico criminal masivo".
Cita, por ejemplo, como las mafias están acabando con los buitres en países africanos, principalmente en Nigeria, Botsuana o Sudáfrica: "Al tratarse de aves con una visión increíble, la gente cree que pueden ver el futuro", relata.
"Las calles de Johannesburgo (Sudáfrica) están llenas de quioscos donde se venden partes del cuerpo de los buitres, especialmente el cerebro, para fumarlas antes de jugar a la lotería. Hemos llegado a documentar hasta 150 matanzas de buitres al día para este tipo de prácticas", asegura Zurita.
Las aves exóticas están también en ojo del huracán de las mafias, que las venden como mascotas.
Una de las que está en serio peligro por esta práctica es el loro gris del oeste de África.
Pangolín
No obstante, el animal más afectado por el tráfico de especies es el pangolín, con más de un millón de ejemplares cazados ilegalmente en la última década, principalmente en países africanos y China, para usar su carne, su sangre y sus escamas (muy apreciadas en la medicina china), explica Raúl Arce-Contreras, portavoz de Humane Society International.
Previsiblemente, el Congreso Mundial de la Naturaleza, que se celebra en Hawai, aprobará una moción para promover estrictas medidas de protección para las ocho especies de pangolín.
Marco Lambertini, director de WWF Internacional, afirmó a Efe que el tráfico de especies está repuntando porque "las multas son mínimas y el dinero que ganan las mafias es inmenso".
"Nos encontramos en una situación similar a la que teníamos hace 30 años con los elefantes, pero más compleja, porque ahora está en manos de mafias criminales muy bien organizadas", dice.
Frenar la demanda
Sin embargo, la estrategia para luchar contra ello es, a su juicio, la misma: detener la caza ilegal, hacer controles sobre el terreno, vigilar más las fronteras y frenar la demanda.
"Para parar la caza ilegal hay que implicar a las comunidades locales y darles alternativas económicas para que no lo permitan y no acepten el dinero; en el control se requiere coordinación internacional y más estricta regulación nacional, hay que hacer control en origen, tránsito y destino; y para frenar la demanda hay que educar a la gente en el impacto de esta lacra", añade.
"Esta epidemia para la biodiversidad es algo que los ministerios de medio ambiente de los países por si solos no pueden parar, requerimos de la intervención de la Interpol, del Banco Mundial y, sin duda, de penas económicas y de prisión más altas", recalcó Scalon.
La próxima reunión de CITES, que arranca el 24 de septiembre en Johannesburgo, tratará de lograr un acuerdo en los puntos citados por Scalon.
"El comercio ilegal se tiene que convertir en un crimen con serias consecuencias para la gente que trafica, como ocurre con las drogas o las armas, la comunidad internacional debe estar perfectamente conectada para detener a estas mafias organizadas, con medidas policiales fuertes, más control y más castigo", concluyó Zurita.