Cuesta creer que con ese rostro infantil y menuda figura, la etóloga Carmen Luz Barrios logre "adiestrar" a perros y gatos de todos los tamaños y razas.
Sin embargo, la joven veterinaria es caperuza en el arte de dejar a las mascotas como seda.
A diferencia de los adiestradores, quienes se preocupan de que el animal obedezca, Carmen Luz busca comprender por qué un animalito actúa de determinada forma.
"Un etólogo es la versión veterinaria de un siquiatra. Observamos el comportamiento, efectuamos un diagnóstico y dependiendo de eso, le damos un tratamiento o moldeamos su conducta", explicó.
La etología es una rama de la veterinaria que todavía está en pañales en nuestro país. De hecho, Carmen Luz se especializó en la Universidad Autónoma de Barcelona, España.
"Conozco a seis etólogos. Sé que hay uno en Concepción, otro en Viña del Mar y somos cuatro en Santiago. Ésta es una profesión que todavía no se conoce mucho".
- ¿Y a qué se debe eso?
- Como país, aún no tenemos conciencia de la tenencia responsable de mascotas. Cosas que en otros países son cotidianas, acá todavía no es así.
- ¿Cómo?
- Si lo piensas, en otros lugares es súper natural que recojas la caquita del perro si hizo sus necesidades en la calle. En Chile, todavía es raro que la gente recoja los desechos de su mascota.
- Además de "educar" a un animalito, ¿qué otras cosas hace un etólogo?
- Nosotros estamos capacitados para darles tratamiento a animales que tengan problemas como hiperactividad, agresividad u otros, ya sean provocados por el entorno o por traumas que vivió.
- Lo mismo que un siquiatra...
- Exacto. Por otro lado, nosotros también podemos enseñarles a animalitos para que sean los terapeutas de peques que sufran de diversas discapacidades.
- ¿Como cuáles?
- Por ejemplo, el "Forrest" (en la foto con ella) es un golden retriever al que yo educo para que le haga tratamiento a una niña que sufre de autismo.
- ¿En serio?
- Gracias a "Forrest", la niña ha tenido una excelente reacción y a mí me da mucha alegría poder ayudar a otros aplicando lo que aprendí.
Isabel Arrieta M.