Una tierna imagen se registró esta semana en el zoológico de Taipei, en Taiwán, cuando un pequeño oso panda no quiso obedecer a su madre a la hora de hacer tuto y decidió fugarse para seguir jugando.
Sin embargo, su madre al notar que su pequeño se había alejado lo agarró de un brazo y lo llevó a dormir a su camita de hojas.