Con el gallinero revuelto terminaron varios sohuas de la comuna de San Francisco de Mostazal, en la Región de O'Higgins, luego que los sabuesos de la PDI hicieran una redada durante una jornada de peleas de gallos.
Los hechos ocurrieron en un descampado cerca del río Peuco, hasta donde llegaron varios parroquianos de dicha comuna alentando y echando porras a dos gallitos de pluma brillante que se sacaban la cresta en una especie de medialuna improvisada.
"Personal policial acogió una denuncia anónima sobre maltrato animal, específicamente una pelea de gallos, por lo que se concurrió al lugar", señaló a La Cuarta el subprefecto Hugo Rojas, jefe de la Bicrim de la PDI de Rancagua.
Al escuchar la sirena de la patrulla los espectadores del cruento show arrancaron entre los matorrales como alma que se lleva el diablo, dejando sólo a los organizadores de la mocha plumífera y a los contendores con alas, que aún se tenían sangre en el ojo.
PELEAS DE GALLOS CON MUCHO PÚBLICO
"Se pudo comprobar una gran asistencia de público, justo en el momento que se estaba llevando a cabo una pelea de gallos, por lo que se dio cuenta al fiscal de turno de Graneros y se iniciaron las primeras diligencias investigativas, entre ellas establecer quiénes eran los organizadores del evento y los dueños de las aves", dijo el subprefecto Rojas.
"Se detuvo a cinco sujetos los que quedaron a disposición del Juzgado de Garantía de Graneros por el delito de maltrato animal flagrante. Además se incautaron 15 gallos y varios elementos asociados a dicha actividad", agregó.
Sin embargo, los detenidos quedaron libres de polvo y paja, quedando apercibidos, aunque podrían ser citados en cualquier momento.
"Ellos indicaron que se trata de una tradición de años y que le ponen protecciones a las patas de los gallos para que no se hagan daño", contó el sabueso.
Las nobles aves quedaron en custodia de sus mismos dueños, siempre y cuando paren con la tontera de echarlos a pelear.