Marcela Acevedo, maestra gasfiter de Quinta Normal, miembro de RedMaestra, cuenta cómo dejó de trabajar en un call center para adentrarse de lleno al trabajo en terreno con la gente. Además, relata qué significa para ella trabajar con su marido.
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Tras años trabajando en un call center de una empresa de línea blanca, Marcela Acevedo (41) se dio cuenta que lo que le gustaba no era contestar los teléfonos. Si bien es cierto que siempre le ha gustado ayudar a la gente, lo de ella siempre fue dar una mano a los clientes en terreno.
Marcela veía que a los técnicos les iba bien, y aconsejó a su marido estudiar gasfitería. Acto seguido: ella entró también a capacitarse y se certificó, lo que fue una gran decisión en su vida.
"Al principio no me veía para nada con un atornillador en la mano, pero las cosas van cambiando", relata la maestra. Actualmente, Marcela trabaja junto a su esposo, ambos como independientes desde hace casi 4 años.
"Por lo general andamos juntos. Al principio la verdad es que nos llevábamos super mal. Durante los primeros meses, llegábamos a trabajar y nos agarrábamos siempre, pero la verdad es que después nos acostumbramos a trabajar juntos y ahora lo pasamos bien. Ahora llegamos rápido a un acuerdo", narra.
Siempre con la convicción de dar lo mejor a sus tres hijos, ambos han ido creciendo y aprendiendo. Hoy Marcela es capaz de realizar casi todas las labores sanitarias y de gas que realiza cualquier gásfiter.
Las virtudes del trabajo independiente
La maestra oriunda de Quinta Normal, asegura que no cambiaría por nada el trabajo independiente en la gasfitería.
"Lo que más me gusta es la independencia económica. La verdad es que no hay sueldo que aguante con tres hijos, y esto en realidad nos cambió la vida para bien. Hemos hecho cosas que nunca antes habíamos podido. Por ejemplo, de repente, un día en la semana nos arrancamos y nos vamos con los niños fuera de Santiago para sacarlos a pasear", cuenta Acevedo.
Para finalizar, invita a las mujeres que se interesen en el rubro de la construcción, a que no duden más y se capaciten, porque con esfuerzo y con pasión todo se puede lograr.
"Muchas pueden pensar que no se la van a poder, pero en el camino uno se da cuenta que no es tan difícil trabajar en esto. Siempre se puede, y la compensación económica te ayuda mucho, eso también te motiva. Así que de todas maneras aconsejaría a las mujeres a adentrarse en el mundo de la construcción", sentencia.