Ana Espinoza se hizo cargo de su sobrino cuando era un recién nacido, por lo que tuvo que dejar su carrera universitaria. Pero entró en la construcción y al poco tiempo su carrera creció como espuma.
Cuando pequeña, Ana Espinoza (30) veía que diariamente su papá trabajaba como maestro carpintero, pero, a pesar de ello, nunca le llamó la atención el rubro, puesto que se sentía más atraída por rubros sociales. Sin embargo, las vueltas de la vida la llevaron al camino de la construcción.
“Cuando fue el estallido social en 2019, llegó un bebé a mi casa. Me hice cargo de mi sobrino. En ese momento trabajaba en un colegio como asistente de sala, y aparte estudiaba Trabajo Social. Pero cuando llegó el bebé, que tenía nueve días de nacido, me puse a trabajar haciendo aseo en la construcción con mi hermana, porque necesitaba generar más dinero”, cuenta Ana.
Y sin duda que, en las obras, la oriunda de Cerro Navia encontró su lugar en el mundo. Al tiempo de haber ingresado a la faena a trabajar como jornal de aseo, fue escalando y actualmente es ayudante de trazado.
“Cuando comencé iba a ir a probar qué tal era el trabajo, porque era muy diferente a lo que estaba acostumbrada a hacer, y me gustó. Cuando recién llegué éramos casi puras mujeres en la obra, así que me sentí cómoda”, relata.
Tan cómoda se sintió que, tras dejar de estudiar Trabajo Social por motivos familiares, ingresó a estudiar la carrera de Técnico en Construcción.
“Por algo pasan las cosas. Si no hubiera tenido ese problema nunca hubiese dejado de trabajar y no hubiese llegado a la construcción. Además, el crecer en la construcción se me ha hecho fácil, porque no llevo ni un año trabajando en labores de construcción y ya soy ayudante trazadora”, señala.
Agrega que le encanta el rubro por “el hecho de poder socializar con más gente, ver el día a día cómo va avanzando algo que uno va construyendo”.
Un futuro lleno de objetivos en el rubro
Una de las características de esta joven maestra es la perseverancia con la que se toma las cosas. Por eso tiene importantes objetivos a futuro dentro del rubro.
“Pretendo titularme como Técnico en Construcción y trabajar en terreno, que es lo que más me gusta hacer. Después pretendo continuar con la ingeniería, pero eso ya sería más adelante”, indica.
Al finalizar, aconseja a otras mujeres que entren en el mundo de la construcción, porque " el rubro ahora es muy distinto a como era antes. Los maestros respetan mucho más. Además que en la construcción existe la posibilidad de generar más plata, de tener más ingresos que en otros rubros”.