Rita Moya (38) empezó en el área administrativa, siguió como contratista y se certificó como electricista clase D en la SEC. Hoy, cursa quinto año de Arquitectura y busca seguir ascendiendo y ganando experiencia dentro del rubro.
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Si hay una cualidad que representa a muchas mujeres que se dedican al rubro de la construcción sin duda que es el esfuerzo. Eso se ve reflejado en las ganas de superarse y tener una mejor vida, aún cuando varias complementan su trabajo con las labores del hogar y el cuidado de sus hijos.
Esas aptitudes describen ampliamente la carrera meteórica que ha tenido Rita Moya (38), madre de dos hijos, que a punta de esfuerzo logró crecer en su rubro y hoy además la tienen cerca de terminar una carrera universitaria.
Los inicios en el rubro de esta mujer, oriunda de Peñalolén, se remontan a 2007, cuando ingresó a trabajar en una constructora como administrativa. Allí se fijó en los sueldos que ganaban los técnicos, arquitectos y constructores, por lo que se planteó como meta capacitarse y seguir ese camino para lograr una mejor estabilidad económica.
"Una siempre aspira a ganar más dinero, pero para eso tenía que esforzarme. No iba a llegar por arte de magia. Estudié Dibujo Técnico en la Católica y después de eso empecé a escalar e hice ampliaciones", afirma Rita.
Pero no conforme con eso, Rita empezó a trabajar como contratista en una obra, pero no la satisfacía del todo. Ella quería ganar más experiencia y no estaba dispuesta tampoco a depender de un hombre. Por esa razón, se capacitó y certificó como electricista clase D, además de otro curso sobre paneles fotovoltaicos.
"Saqué la certificación porque como anteriormente saqué la carrera de Dibujo Técnico, también tenía que hacer planos eléctricos, por lo que me faltaba entender cómo y por qué se hacía de esa manera. Logré estudiarme todas las normativas", señala.
Arquitectura
Con dos hijos,Rita Moya busca seguir mejorando su nivel de vida. Pese a que ya tiene la experiencia en el rubro y un trabajo como independiente consolidado, esta maestra ahora está cerca de ser profesional. Cursa quinto año de Arquitectura y el próximo año termina su tesis. Una mujer a tiempo completo.
"Sé que luego de obtener mi título de arquitecta, haré nuevamente la prueba de la SEC para esta vez certificarme como electricista clase A o B. Que es un rango mayor y los ingresos obviamente subirían más", cuenta.
Y como mujer disciplinada que es, tiene todo planeado y con un propósito claro. "Me hice una página web, pero la quiero actualizar a cuando me titule. No quiero ser solo contratista, quier darle el nombre de lo que seré, arquitectura y construcción", afirma.
Pero aún así, esa promoción que tiene por internet le ha traído varios frutos a la hora de hacer trabajos como electricista. Y por su buena labor, el boca a boca también la ayuda, ya que muchas personas la recomiendan a diario.
Sin duda que la historia de Rita Moya representa a muchas mujeres que se dedican a este rubro. Chilenas y madres de esfuerzo que se capacitan y dan todo por su crecimiento personal y familiar. No se conforman y siguen creciendo, porque para ellas no hay techo que las detenga.
"Yo todo lo que hago es para darle una buena educación a mis hijos. También tengo otros sueños, como el de la casa propia, y tengo claro que con esfuerzo la tendré. Una debe pensar siempre en crecer, si no creces no puedes realizar todo lo que sueñas. Yo no me rindo jamás", finaliza.