Carter Blanchard es un niño de 8 años de Arkansas, Estados Unidos, quien desarrolló una condición llamada vitiligo. La cuál produce la aparición de manchas blancas al destruir las células encargadas de la pigmentación de la piel. Eso hundió al peque en una profunda depresión.
"Lo primero que me decía cuando se subía al carro era que odiaba su cara y cómo se veía", contó su madre a la cadena estadounidense ABC.
SALVADOR
Pero desde que conoció a Rowdy, un cachupín labrador con su mismo síndrome, Carter empezó a sonreír más y más. El coludo siempre llama la atención de la gente por las graciosas manchas blancas que rodean sus ojos, haciéndolo parecer como si usara parches.
"Leí que Rowdy tenía vitiligo y me asombró. Cuando se lo compartí a Carter estaba muy emocionado por ver que el perro era famoso por su misma enfermedad", relató la madre del niño, quien se encargó de unirlos a ambos. "No existía nadie que lo hiciera sentir mejor. Hasta que llegó Rowdy. Tenía que ser un perro", añadió emocionada.
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