A algunos, los perros les mueven la cola. A otros les ladran o les gruñen de forma repentina. Los motivos pueden resultar incomprensibles cuando reparamos en ello. ¿Pero te has preguntado por qué ocurre?
Este mal genio momentáneo podría indicar agresión, una actitud defensiva o simplemente algún tipo de ansiedad. Pero, ¿por qué tienen diferentes reacciones dependiendo del individuo? ¿Podrían conocer algo sobre ellos que tú no sabes?
Según los veterinarios, esto no tiene que ser algo preocupante. El perro solo podría notar algo que, para él, se asocia negativamente, como otro perro extraño o el miedo de la propia persona hacia él. Incluso una posible enfermedad.
Según Sophia Yin, especialista en comunicación acústica animal de la Universidad de California, Davis, los perros hacen uso del reconocimiento facial para comunicarse entre sí.
Por ello, cuando tu perro gruñe o ladra a una persona y no a otra, es posible que esté viendo una característica que le recuerde a una amenaza pasada que mantiene en su memoria.
De hecho, los humanos pueden resultar amenazantes para los perros si realizan algún movimiento o ruido inusual, como ponerse un sombrero o abrir un paraguas, por poner algún ejemplo.
Posibles enfermedaes
Los perros pueden ser muy territoriales en su espacio cotidiano y proteger a sus humanos familiares, por lo que no es poco probable que reaccionen mal ante cualquiera que parezca estar invadiendo su espacio o actuando de una manera que pueda ser percibida como amenazante para su amo.
Los comportamientos que pueden desencadenar una reacción de protección en tu can incluyen un abrazo repentino o un saludo entusiasta.
La experta recomienda que, cuando le ladre a una persona, no lo acaricien ni le den cariño. Que siquiera lo miren, porque el animal puede entenderlo como una aprobación por parte de su amo para atacar.
También suelen ser buenos jueces del carácter, por lo que si a tu perro no le gusta alguien en particular constantemente, sin razón aparente, es posible que debas actuar con cautela con esa persona.
Cuando está alarmado por alguien todo el tiempo, podría tener una razón de peso para reaccionar con dicha fuerza. O, en casos aislados, que la propia persona padezca de alguna enfermedad que solo el can puede olfatear.
Se ha comprobado que tanto los gatos como los perros han podido prevenir a sus amos de la formación de un cáncer o un tumor.
Cómo remediarlo
Si estás seguro de que la persona a la que ladra tu perro tiene buenas intenciones, intenta enseñarle a no sentirse a la defensiva o protector con todo a su alrededor. Puede tener a mano un puñado de las golosinas que más le gusten para que sepa que obtendrá ciertas recompensas si se porta bien.
También puedes tratar de entrenarlo con ciertos comandos clave para que se siente o tranquilice cuando haya alguien nuevo cerca, repitiendo el proceso hasta que tu perro sepa qué hacer sin pensarlo realmente.
Luego, si ves que lo cumple cuando viene alguien conocido, dale otra recompensa para que sepa que lo está haciendo bien.
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