Dicen que en el infierno hay un sitio reservado para los padres que le arruinan las vidas a sus hijos poniéndoles nombres ridículos. Sin embargo, todos hemos conocido a alguien que bien haría en cambiárselo.
En la mayor parte de estos casos, los hijos pagan las terribles consecuencias del fanatismo de sus progenitores.
De hecho, nombres de personajes animados, de empresas o terribles juegos de palabras enlistan un repertorio del que ninguno de nosotros no querría formar parte.
Padres chilenos tienen el peor gusto
Incluso, ya era difícil vivir con ese nombre en la escuela o universidad. Sin embargo, imagínate lo terrible que fue para estas pobres almas que las fotos de sus documentos llegaran a las redes sociales. Y de inmediato se hicieran virales.
¿Lo más tragicómico? Que hay cinco chilenos.
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