Más de cuarenta personas fueron asesinadas en México en enfrentamientos atribuidos al crimen organizado, lo que eleva a más de cinco mil 700 las víctimas en lo que va del año.
Los grupos criminales fueron particularmente sanguinarios al dejar en varios puntos del país cadáveres en los que mostraron su ensañamiento, como el cuerpo colgado de un policía en el estado de Baja California. El cálculo de muertos atribuidos al crimen organizado es de entre 33 a 48, la mayoría de ellos en los estados de Guerrero (diez), Morelos (siete) y Estado de México (nueve), además de un enfrentamiento entre 30 sicarios y 200 policías y soldados en Jalisco.