La mujer tenía tres hijos, 11 nietos y varios bisnietos que cuidaban de ella.
A los 117 años y durante la madrugada de este lunes, falleció en España María Branyas Morera, la persona más anciana del mundo.
Así lo informó la familia de la mujer a través de su plataforma en X. “María Branyas nos ha dejado”, escribieron.
“Ha muerto como quería: mientras dormía, tranquila y sin dolor”, añadieron sobre la mujer que también ostentaba el título de la octava persona más longeva de la historia.
María falleció a las seis de la mañana del lunes en la residencia Santa María del Tura de Olot, en la que vivía hace 20 años.
“Hace unos días nos decía: ‘un día me iré de aquí. No volveré a probar el café, ni a comer yogurt (...) Y dejaré de existir en este cuerpo. Un día que desconozco, pero que está muy cerca, este largo viaje habrá acabado’”, relataron sus familiares en la cuenta que habían creado en su honor.
“La recordaremos siempre por sus consejos y su bondad”, afirmó la familia.
Según el Grupo de Investigación Gerontológica de Estados Unidos (US Gerontology Research Group) y el libro Guinness de los récords, Branyas obtuvo en 2023 el título de la persona más longeva del mundo, tras la muerte de la francesa Lucile Randon, que murió a los 118 años.
Sobrevivió a guerras y pandemias
Morera nació el 4 de marzo de 1907, en el seno de una familia catalana que vivía en México, pero que luego se trasladó a Estados Unidos.
A lo largo de su historia, pudo vivir grandes acontecimientos mundiales, como la guerra civil española, las guerras mundiales, la llegada del hombre a la luna y dos pandemias: la primera, la de la gripe española de 1918, y la segunda, la del covid-19, la que enfrentó con 113 años de edad. De hecho, la mujer contrajo la enfermedad en 2020, pero logró recuperarse satisfactoriamente.
María se casó en 1931 y tuvo tres hijos, once nietos y varios bisnietos. Su matrimonio duró 40 años, hasta que su marido murió a los 72 años.
Tras la muerte de la española, el título de la persona más longeva del mundo quedó en manos de la japonesa Tomiko Itooka, quien en mayo cumplió 116 años, según el Grupo de Investigación Gerontológica de Estados Unidos.
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