Después de la mansaca que dejó el pastor protestante gringo Terry Jones, de una iglesia cristiana de Gainesville en Florida, con su amenaza de quemar el Corán, ayer se calmaron los ánimos luego de que desistiera en su intención de armar fogatas con el libro sagrado musulmán.
Jones, que ideó tal acto en conmemoración de los ataques del 11 de septiembre de 2001, dijo a la prensa que su reculada se debió a las miles de críticas que se hicieron escuchar en todo el mundo, con llamados de atención del primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, que alertó de posibles ataques de radicales islámicos.
Incluso el mismo presidente Barack Obama instó al pastor a desistir de sus intenciones porque podría favorecer el reclutamiento de grupos extremistas como Al-Qaeda.
Sin embargo, el pastor pirómano explicó que el motivo principal de su decisión radica en que se anunció que ya no se construirá la polémica mezquita cerca de la "Zona Cero", en Nueva York, aunque tal información no ha sido confirmada por el imán neoyorquino Feisal Abdul Rauf.
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