MACON.- "¡Entrega todo el f... money!". Con estas brígidas palabras comenzó la pesadilla para dos sujetos la noche del pasado sábado, cuando intentaron asaltar a una mujer de 57 años, que momentos antes había dejado a su nieto en la casa de su hija en el estado de Georgia, Estados Unidos.
Lulú Campbell había sido "marcada" por un par de delincuentes que intentaban salvar el fin de semana con un par de dólares. En esa onda, acorralaron a la mujer y le pidieron que cooperara a punta de pistolas y amenazas verbales. El problema para los delincuentes fue que la señora era más de brígida que ellos, desenfundó su pistolón calibre 38 y comenzó a disparar sin contemplaciones.
"Vi al chico delante de mí, y yo dije, 'oh, Dios mío, hay dos de ellos'. (Si me matan) voy a llevar uno de ellos conmigo. Eso es lo que estaba en mi cabeza", declaró la mujer. Lulú contó que a lo menos una bala entró por el parabrisas, muy cerca de ella, mientras otros ocho impactos se podían apreciar en el capó del vehículo.
FLAWLESS VICTORY
La puntería de la mujer fue mucho mejor que la de los maleantes y en medio del tiroteo le pegó flor de tunazo en el pecho a uno de ellos, identificado como Brenton Lance Spencer (32), quien quedó internado en un centro asistencial, mientras que el otro arrancó libre de heridas, pero con los pantalones mojados de puro miedo.
Lulú Campbell, de origen filipino y dueña de varios servicentros, contó que su difunto marido fue policía y le había enseñado a disparar. "Mi esposo era policía y mi hijo estaba en la inteligencia militar. Me entrenaron a disparar armas de fuego", contó mujer pistolera.
