La llamada "Fiesta de la Libertad", organizada para conmemorar los 20 años de la caída del Muro de Berlín, llegó a su fin anoche con un espectáculo de fuegos artificiales y con la interpretación del himno "We are one", de Paul van Dyke.
Mientras tanto, caían la lluvia y las últimas piezas gigantes de dominó que habían sido colocadas a lo largo del tramo en el corazón de la ciudad, que hasta hace 20 años recorrió la infame muralla de concreto y alambres, separando la capital alemana.
La "Fiesta de la Libertad" estuvo presidida por la canciller Angela Merkel y contó con la asistencia de líderes de todos los países de la Unión Europea (UE), entre ellos el jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, así como el presidente ruso, Dmitri Medvedev, y la secre de Estado de Gringolandia, Hillary Clinton.
El espectáculo de la caída de piezas de dominó fue uno de los actos centrales de la noche y el encargado de empujar la primera, que precipitó la reacción en cadena, fue el ex presidente polaco y ex líder del sindicato Solidaridad, Lech Walesa.
Con ello, se quería simbolizar cómo la resistencia de Solidaridad contra el régimen comunista a comienzos de los 80 dio comienzo al proceso que terminaría con la caída del Muro de Berlín y de la llamada Cortina de Hierro, impuesta desde fines de la Segunda Guerra Mundial por la ex Unión Soviética y sus países aliados.
La Puerta de Brandenburgo, que en otro tiempo estuvo cercada por el muro y las alambradas, donde murieron miles de personas baleadas por intentar escapar a Occidente, terminó anoche iluminada por los fuegos artificiales.