Abuela salva a nieta de 17 años de una red de trata de personas en Argentina: se hizo pasar por trabajadora sexual

Abuela rescata a nieta de una red de trata de personas en Argentina

La policía no la tomó en serie, por lo que ella decidió tomar cartas en el asunto y luchó hasta encontrar a su nieta, a quien había criado desde que era una bebé.

Una mujer argentina, de 58 años, logró rescatar a su nieta, de 17, de una red de trata de personas, tras hacerse pasar por trabajadora sexual.

La historia comienza el 22 de enero, cuando en Mar del Plata, Argentina, la adolescente decidió reunirse con una mujer que conoció por Marketplace en Facebook, donde ella puso un aviso para intercambiar ropa.

Estaban justamente en eso, cuando una camioneta se detuvo frente a ellas y un hombre se llevó a la joven a la fuerza. Dentro del vehículo la drogaron, por lo que despertó horas después en un departamento lleno de desconocidos y la mujer de Facebook.

Según contó la abuela en una reciente entrevista con el medio argentino TN, al darse cuenta de que su nieta estaba desaparecida fue a la policía para interponer una denuncia, sin embargo, no la tomaron en cuenta.

“Fui a la comisaría y les dije que mi nena había desaparecido. No me quisieron tomar la denuncia, me dijeron que seguramente se había ido por un capricho adolescente”, relató.

Su propia lucha

Decidida a encontrarla, la mujer recorrió las calles de la ciudad preguntando por ella, habló con todos sus vecinos y contactos por Facebook, hasta que encontró una pista. Un joven le contó que la había visto en prostíbulo de la zona.

Fue entonces que la abuela decidió hacer lo necesario para rescatar a su nieta. La misma persona que la había contado dónde estaba, le dio la dirección y un enlace de WhatsApp, donde los secuestradores arreglaban encuentros sexuales con sus clientes. “Son gente muy peligrosa”, le advirtió, pero eso no le importó.

“Me senté a pensar, a ver qué podía hacer para rescatarla. Ahí se me ocurrió cambiar mi foto de perfil, me puse la de una mujer de 21 años con pollerita cortita y en pose, y me sumé al grupo”, recordó. Pronto uno de los hombres cayó en su trampa. “En un momento empiezo a hablar con uno de los chicos. Me invita a un hotel, a un café, a drogarme. Yo todo le decía que sí. Después me dice que iban a hacer una ‘joda’ en Libertad al 4870″, relató.

Con esa información decidió acudir en persona a buscar a su nieta, pero antes pasó a la policía a informar lo que estaba ocurriendo. Fue así que un uniformado y el hermano mayor de la joven la acompañaron en su travesía.

El encuentro

La suerte también estuvo de su lado, porque justo cuando pasaban en la camioneta por frente al edificio que le habían dicho, vieron que la joven se encontraba en la calle. “El hermano se bajó corriendo y me la trajo. Fue una luz. La agarró del brazo y la metió. Tiré el asiento para atrás y le dije ‘acostate, acostate, acostate’ y salí rápido”, relató la mujer.

La joven estaba tan drogada que no sabía dónde estaba o lo que había pasado. “No podía hablar, no sabía qué había pasado, estaba muy drogada. Estaba vestida muy provocativa, como una chica que ejercía prostitución en la calle. De top, corpiño, calza engomada y una zapatilla toda rota, toda rota. Así la encontré yo a mi nena”, recordó.

Cuando por fin reaccionó, la adolescente le contó a su abuela que la mantenían drogada, no la alimentaban, la prostituyeron y la vendían por 20 mil pesos argentinos. “Se tenía que levantar a las 8 de la mañana sí o sí, porque tenía que cuidar a una nena muy chiquita que vivía en ese mismo lugar. Cuando se despertaba, empezaban a drogarla desde la mañana hasta la tarde”, añadió.

“Ella estuvo 15 días encerrada en el edificio. Una vez que le empezaron a tener confianza, la dejaron ir a la calle, pero la ‘pipeaban’ y le ponía merca entre los dientes. La controlaban siempre a través del celular del cliente. La verdad que la pasó muy feo”, sostuvo.

A siete meses de la pesadilla que vivió, la joven está intentando reconstruir su vida, pero no se separa de abuela, a quien considera una madre, pues la crió desde pequeña. La mujer asegura que la adolescente no duerme en las noches y vive atemorizada que regresen por ella, por lo mismo mantienen custodia policial en las afueras de su hogar.

En tanto, sólo uno de los responsables del infierno que vivió la adolescente se encuentra bajo arresto, acusado de ser la cabecilla del grupo. Identificado como Gabriel Sánchez, el hombre se encuentra detenido en la Policía Federal Argentina DUOF Pinamar, “un lugar de tránsito, aunque se prevé que si lo condenan sea trasladado a un penal de Buenos Aires”, asegura TN.

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