A pocos días de la tragedia, los investigadores entregaron fuertes detalles del caso Aralí.
Impacto genera el crimen de Aralí Vivas, una niña de apenas 8 años que fue asesinada por su padrastro hace apenas una semana en Córdoba, Argentina.
Con el correr de los días, los investigadores comenzaron a revelar escabrosos detalles acerca de la sufrida vida que llevaba la pequeña, quien habría padecido todo tipo de abusos.
Además del acusado, identificado como Matías Simeone, la policía trasandina capturó a Cristian Varela, amigo del sujeto.
Asimismo, se aprehendió a Rocío Milagros Rauch (28), la madre, por el delito de homicidio calificado en calidad de partícipe necesario por su “omisión de cuidado”.
Lo que se sabe del caso
Sobre el crimen que remece a toda una ciudad, el fiscal Oscar Gieco precisó que uno de los acusados (aparentemente Varela) dio a conocer que “era costumbre” que abusaran de la pequeña. De hecho, el forense ya adelantó que la autopsia había revelado signos en el cuerpo “compatibles” con abuso sexual.
Según consignó La Nación, Aralí sufrió una “muerte traumática” antes del incendio de su habitación, que fue intencional, en un fallido intento de ocultar el asesinato.
Su muerte habría sido consecuencia de un golpe contundente en la cabeza, ya que presentaba “un fuerte traumatismo de cráneo. No se advirtió presencia de monóxido de carbono en los pulmones de la niña, de lo que se deduce que no inhaló el humo, lo que significa que estaba muerta en el momento del incendio en la vivienda”.
Fuertes testimonios
Omar Rauch, abuelo materno de la víctima, aseguró que a su nieta “la violaron y la mataron en ese mismo momento”.
En diálogo con El Doce, el hombre indicó que había “fiestas negras” en la vivienda “cuando la madre no estaba”.
Respecto a su hija, la madre de Aralí, Rauch explicó que “tenía problemas de adicción, pero ya estaba recuperada. No es culpable, pero tampoco es inocente”.
Finalmente, Omar reconoció que “no sé si vamos a saber algún día cuál fue de los dos implicados es el que la violó”, ya que el cuerpo de Aralí estaba muy deteriorado tras el incendio.
Betiana Heredia, prima hermana de Rocío, habló con Clarín y aseguró que “todo el mundo sabía” de las condiciones en las que vivían la niña y sus cinco hermanos.
“Era un ambiente donde había maltratos, donde había peleas, donde había discusiones, consumo de droga, consumo de alcohol, fiestas. En ese ambiente ocurría todo esto”, contó.
Por su parte, Nazarena Rauch, hermana de Rocío, apuntó contra las autoridades de la Secretaría de la Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF) de Córdoba por dejar los chicos al cuidado de su mamá cuando ella “no estaba en condiciones” por su adicción y afirmó que “nunca hicieron un seguimiento para ver si realmente ella estaba capacitada para tener a los chicos”.