El acusado, llamado Christopher Gregor, arriesga cadena perpetua si es declarado culpable por el asesinato de su hijo.
Un impactante caso ha sacudido a Barnegat, en Nueva Jersey. Y es que un sujeto identificado como Christopher Gregor está enfrentando su juicio luego de ser acusado de provocar la muerte de su propio hijo, de tan solo 6 años, a quien forzaba a ir al gimnasio por ser “demasiado gordo”.
El hombre de 31 años compareció por primera vez el martes de esta semana ante el Tribunal Superior de Ocean City, por el homicidio del pequeño Corey Micciolo.
El caso del padre que forzaba a su hijo a ir al gimnasio
En el primer día del juicio, se presentó en la corte un inquietante video en que el sujeto aparece junto a Corey en el gimnasio Atlantic Heights Clubhouse.
Las imágenes, que fueron obtenidas por el sitio CourtTV, habrían ocurrido el 20 de marzo de 2021.
En ellas se aprecia que el niño corre a gran velocidad en una trotadora, lo que provocó que se cayera en reiteradas oportunidades. Mientras tanto, su padre presionaba un botón para incrementar la velocidad de la máquina.
En otro momento, el sujeto toma de la ropa al niño para que regrese a la máquina e incluso pareciera morder su cabeza, con el fin de seguir presionándolo.
De acuerdo a The New York Post, el 1 de abril la madre de Corey, Breana Micciolo, le pidió a Gregor que lo llevara al doctor. Mientras estaba en la consulta, el pequeño habría contado que su progenitor lo forzó a hacer ejercicio ya que “estaba demasiado gordo”.
Al otro día, fue trasladado a un hospital por tener náuseas, problemas para respirar y hablar.
“El acusado llevó el cuerpo inerte del niño al Southern Ocean Medical Center”, expresó el fiscal adjunto, Jaime Schron, en el juicio.
“Corey fue admitido rápidamente y lo llevaron a la Sala 6 del departamento de emergencias. Lo intubaron, volvió a codificar. Perdió el pulso y a las 5:03 pm Corey fue declarado muerto”, agregó.
Inicialmente, la autopsia indicó que Corey murió por heridas contundentes con contusiones cardíacas y hepáticas.
Meses después, un patólogo forense concluyó que el caso era un homicidio, debido a que el niño tenía lesiones por impacto contundente en el pecho y abdomen con una laceración en el corazón, contusión en el pulmón izquierdo y laceración y contusión del hígado.
En una entrevista con el sitio NewsNation en marzo de este año, la madre del niño aseguró que había intentado contactar más de 100 veces al servicio de protección de niños de Nueva Jersey, para denunciar que Gregor maltrataba a su hijo. Sin embargo, no tuvo respuesta.
El acusado está arriesgando cadena perpetua, en caso de que sea declarado culpable por el asesinato.