Guilherme Leão es un brasilero de 23 años que dejó la escoba entre las chiquillas cuando empezó a hacerse popular en internet al ganar un concurso como el vigilante de seguridad más sexy de Sao Paulo, Brasil.
Con casi 1,90 cm de altura y 80 kilos de peso, este galán deja tiritonas a las evas que se acercan todos los días a la estación del metro de Sao Paulo para tomarse selfies con él.
En su cuenta de Instagram, donde tiene más de mil seguidores, Guillherme suele compartir sus sensuales fotos usando su uniforme y ejerciendo su otro oficio: el de modelo.